Las reacciones ante el proyecto de reforma fiscal del Gobierno no se hicieron esperar y entre los primeros en quejarse estuvo el sector de zona franca ante el posible impuesto del 10% a los dividendos de esas empresas.
El presidente de la Asociación Dominicana de Zonas Francas, Aquiles Bermúdez, aseguró que ese impuesto provocará la emigración de empresas a países donde no existe gravamen.
Dijo, además, que eso afectaría al 70 por ciento de los 135,000 empleos que aportan, puesto que el 65% de las empresas de zonas francas son extranjeras. Bermúdez enfatizó que ese impuesto quitará competitividad al sector y al país.
En tanto, el presidente de la Asociación de Bancos, José Manuel López Valdez, dijo que ese sector tiene un 60% de carga fiscal, que es el más cargado del país. Indicó que no aguantarían más gravámenes y que el sector bancario analizará la propuesta al detalle para conocer cómo les afectaría, y fijarían su posición institucional.
Mientras el sindicalista Rafael Abreu se mostró satisfecho de que la propuesta no contempla gravar productos de la canasta básica, tal como prometiera el presidente Danilo Medina.
Miguel Vargas. El presidente del Partido Revolucionario Dominicano, Miguel Vargas, dijo que a esa organización le preocupa que las medidas golpearían el ahorro, lesionarían el consumo, afectarían el empleo, la economía informal y la competitividad empresarial, e inclusive perturbarían el desenvolvimiento de entidades de servicio social y sin fines de lucro, de todo lo cual los más pobres y la clase media resultarán los más perjudicados.
El esperado encuentro. La reunión se inició puntual a las 11:00 de la mañana y duró dos horas, previamente el presidente Danilo Medina presentó la propuesta a legisladores.
A la salida del encuentro, el senador por Monte Plata, Charlie Mariotti, calificó como un trago doloroso y amargo la información que recibió hoy, en una reunión con el presidente Medina, sobre la reforma fiscal. No obstante, dijo que hay que entender que el Gobierno y el país están en una encrucijada y es inevitable que la misma se realice.
Expresó que la reforma deberá estudiarse a fondo porque toca muchos aspectos de la vida productiva.
Explicó que por respeto al Consejo de Economía Social (CES) no se refiere a los detalles de lo tratado en la reunión.
Calderón coincide. Rafael Calderón, senador de Azua, coincidió con Mariotti en que para el primero que es un trago amargo es para el Presidente a quien, asegura, no le gustaría hacer una reforma.
Indicó que la gran mayoría del país se beneficiará con la reforma pero algunos sectores se van a quejar.
Dijo que las autoridades han hecho un gran esfuerzo para no perjudicar a los más pobres y para cumplir las promesas del Presidente de calidad de vida.
Es un compromiso que hizo Danilo y que requiere recursos adicionales, dijo el legislador oficialista.
Primera reacción CES. Monseñor Agripino Núñez Collado dijo que el CES discutirá la propuesta del Gobierno luego de un encuentro que sostendrán con una comisión designada por Medina que encabeza el ministro de la Presidencia, Juan Montalvo.
Entiende que ese encuentro se producirá la semana próxima y luego se producirán una serie de reuniones de las que irán emitiendo notas de prensa.
Nosotros hemos visto la presentación pero no lo conocemos en detalle. Los tres sectores tenemos que sentarnos a analizarlo, expresó Núñez Collado.
Empresarios. De su lado, Manuel Díez Cabral, representante de los empresarios ante el CES, dijo que los sectores que integran ese organismo habían acordado una serie de principios y metodologías y en base a eso realizarán su evaluación.
Acabamos de recibir la información, hay muchas preguntas que han surgido y es difícil opinar sin antes hacer una evaluación profunda de lo que nos han presentado y para eso el CES tendrá sus reuniones internas, indicó.
Dentro de los aspectos consensuados figura la integralidad, la gestión fiscal orientada al desarrollo humano y productivo sostenible, la racionalidad y la calidad del gasto público.
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José Luis Corripio
El empresario José Luis Corripio consideró inevitable una reforma fiscal, ya que el país necesita, como muchas otras naciones, solventar su situación de deuda y la única forma que tiene el Estado es en base a los impuestos que cobra. Supongo que los mismos irán acompañados de un gasto racional, prudente y limitado a las necesidades y rendimiento. Confió en que sea consensuada.