Cayuco nos deslumbra

Cayuco nos deslumbra

En el Centro Cultural Banreservas triunfo de la escultura y de un escultor singular, Cayuco. ¡Casi olvidamos que es Genaro Reyes para el estado civil!

Solemos lamentar la escasez de la escultura nacional, devolvernos hacia su pasado brillante e inquietarnos por su futuro. Todo pesimismo es abstracto: a veces basta con una exposición y un artista para devolvernos ánimo, alegría,
aliciente.

Esto sucede con la exposición de Cayuco en el Centro Cultural Banservas, que nuevamente se luce como sitial del mejor arte dominicano. Y no creemos que haya suficientes elogios para dedicárselos a Cayuco, alias Genaro Antonio Reyes Mercedes…

Es una personalidad singular que multiplica los talentos y las responsabilidades. Suma la gestión de un centro cultural, la consciencia histórica, la preocupación social, la representatividad de una región, y una producción personal ilimitada en creatividad, identidad y oficio.

“El fin último de las cosas”, título tan poético como definitorio e implícito, ofrece una muestra bien concebida, exhaustiva e irradiante.

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La exposición

El espacio difícil del centro se ha hecho acogedor por su astuta museografía y la curaduría, por lo tanto fundamental, ha sabido elegir, disponer, motivar las piezas escultóricas. Luis Graham tiene un porvenir abierto…

De Cayuco, escultor de dedicación exclusiva, se presentan obras de distintas fechas, pero siempre relacionadas por el tema y su autenticidad, el material y su tratamiento. “El fin último de las cosas” puede considerarse como una antología muy bien seleccionada para que se disfrute y se valore el trabajo de un artista de Miches – por origen y familia, residencia y convicción-. He aquí un despliegue magistral… aunque el creador sobresalga por el sosiego, la reserva, hasta la modestia.

La exposición ha sido concebida, organizada y montada, enfocando tres temas, cuyas componentes se unen: agricultura y cacao, inmigrantes y barcos, religiosidad popular y bienaventurados. Hay también una conclusión fuera de serie.

Cayuco es un mago de la madera y la talla directa, aunque ese dominio no se le celebre a menudo. Aquí, cual escultor agricultor, su obra maestra, policromada con tonalidades sutiles, plasma el cacao -fruta y mata-, en una forma, a la vez muy personal y sugerente. No es su única interpretación entre las esculturas… y hay otra, encantadora, que aprieta, metafóricamente, las mazorcas en un bote… como si fueran gente. ¡Podría referirse a la exportación del cacao criollo!

Ahora bien, un tema omnipresente en Cayuco es la (in)migración y los barcos, compromiso artístico y social por los ilegales zarpando desde Miches… Aquí está bien representado en su inagotable diversidad, a la vez emotiva y humorística, de personajes y naves en madera hasta una insólita metamorfosis en y de objetos, recordándonos la participación jocosa en el Concurso Bellapart.

El reciclaje

El tercer gran tema es la religiosidad popular, cuyas obras impresionantes destacan el talento excepcional de Cayuco en el reciclaje, un “arte povera” que hace milagros con “tereques” inservibles…

Que nos permitan citar un anterior análisis nuestro: “Resinas, metales, maderas, vidrio, piedra, cualquier sustancia dura y duradera provocan su imaginación.

Innumerables objetos viejos siempre, sus piezas, sus fragmentos instrumentan la etapa de elaboración escultórica. Planchas, varillas, alambres, pistones, llaves, cascos, culatas, tornillos, aros y otros repuestos -usados, rotos o enteros, mayormente oxidados- (re) cobran vida gracias al ingenio creador.

Los destruye, los aplasta, los mezcla, los encola, los pinta, los despinta, los suelda, les inflige todas clases de tremendas intervenciones”.

No nos sorprenderemos si Cayuco, con un misticismo singular, reconstruye figuras y escenas de Adoración… como aquel magnífico Nacimiento, ¡sin olvidar al arcángel acabando con el demonio! Podría ser testimonio de fe, recordando cómo el sacrificio y el martirio sublimaron la santidad.

Cayuco impulsa a sus espectadores para que ellos encuentren una alegoría propia…

Y hay más piezas admirables y sorprendentes, como aquellas piezas de madera que Cayuco llevó a la depuración de esculturas abstractas.

La exposición finaliza con dos reciclajes complejos que Luis Abraham ha incluido para mostrarnos la ingeniosidad sin prejuicios del distinguido ciudadano de Miches.

“El fin último de las cosas” es una exposición de Cayuco a visitar primero… y en prioridad.

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