POR FABIO R. HERRERA-MINIÑO
Coincidiendo con la publicación de la Encuesta Gallup-Hoy en la tercera semana de abril, el más importante productor de cerveza local anunció la cancelación de su evento estelar musical del Festival Presidente, aduciendo que la carga impositiva había afectado sus ingresos, mientras en la encuesta, la población en más de un 85% afirmaba que la situación económica no era buena pese al elevado grado de aceptación popular del desempeño presidencial del doctor Leonel Fernández.

El mensaje que aporta la encuesta podría ser interpretada de acuerdo al interés gubernamental de que considera que la reelección presidencial es un hecho, lo cual le proporcionaría un aire de triunfalismo débil, asentado en bases muy frágiles.

Pero ocurre que de acuerdo a la encuesta, la gente considera que su situación económica no es buena y que no experimentará cambios positivos en un futuro cercano. La coincidencia con que la cervecería anunciara la cancelación de su atractivo festival de música popular, provoca que la opinión pública señale las causas principales del disgusto generalizado que afecta a empresarios y consumidores, acosados por una cacería fiscal de los recaudadores que han mostrado el celo y eficacia en su labor.

Al país se le está empujando hacia un desencanto generalizado, y una vuelta a la informalidad de muchas empresas pequeñas, ahogadas por la efectividad con que se están cobrando los impuestos, fruto de una reforma fiscal destinada a engordar hasta la obesidad las arcas fiscales, que extrañamente no alcanza lo recaudado para llevar a cabo casi ninguna obra de importancia para la infraestructura, con excepción del Metro que avanza imbatible hacia la conclusión de las obras civiles.

Lo recaudado en los primeros tres meses del año revela una sustancial mejoría y modernización en el cobro de los impuestos, en especial los relativos al ITBIS, ya que el superar los topes que se habían estimado, deben tener muy orgullosos a los recaudadores, pero sin prever que podrían estar excavando la tumba para sepultar las aspiraciones del PLD de obtener cuatro años más en el poder con su actual presidente como líder y candidato.

Hay tiempo de analizar y buscar soluciones que modifique esa voracidad fiscal, que como dije antes, no se manifiesta sustancialmente en la mejoría de las condiciones de vida, aun cuando hay la percepción de que algo se ha logrado en los campos de la salud y de la educación. Pero en otras áreas, vemos de cómo casi en ningún pueblo se están realizando obras, o las iniciadas están paralizadas, y los reclamos y demandas de las poblaciones están proliferando como la verdolaga, con protestas muchas veces violentas de que se construyan las obras prometidas o se continúen las paralizadas. La reelección podría verse afectada malamente. Por lo tanto lo aconsejable es buscar alternativas fiscales que aplaque el malestar de todos los dominicanos, frente a la cacería y persecución fiscal de que es objeto que no está dejando mucho margen a la evasión fiscal, tan notable, en el pasado reciente.

De acuerdo con la encuesta Gallup-Hoy, los dominicanos, no satanizan la reelección como tal, dejando tal rechazo a los políticos y sectores de opinión pública que actúan bajo una tesitura muy peculiar que responde al convencimiento de la ciudadanía, que tal oposición tiene su mayor componente de egoísmo, debido a que no son ellos que están disfrutando del poder. Ya quisieran que sus lideres, bajo la sombra de la cual se cobijan, fueran los que tuvieran tales aspiraciones continuistas en el disfrute de los recursos públicos, que la mayoría de las veces no son administrados pulcramente.

La economía se ha mantenido en crecimiento, pese al disgusto de la población, que no considera adecuado su nivel de vida cuando ya los ingresos no les alcanzan frente a un alza continua de muchos artículos esenciales aún cuando ya entró en vigencia el DR-CAFTA que se vendió que automáticamente iba a ocurrir una reducción en los precios. El efecto ha sido todo lo contrario. Son varios los artículos que han experimentado alzas extrañas en estos días con todo y que la tasa de cambio se ha reducido a niveles muy buenos para la población, pero no así para los empresarios turísticos y de zona franca. Las medicinas se han incrementado en un 10%, en los supermercados se nota aumentos en determinados rubros y los combustibles mantienen su tendencia alcista, lo cual agrava el nivel de vida de millares de dominicanos que ahora se ven atosigados por la presión de los recaudadores que exhiben su eficiencia, pero ahuyentaría una buena proporción de los miles de votos que necesita el Presidente para su proyecto continuista, el cual, de acuerdo a la encuesta Gallup-Hoy, no es rechazado sino que tienen un considerable apoyo para sorpresa de muchos incrédulos.