Contraria a la virtud de Midas, rey de la antigua Frigia en parte del territorio que hoy conocemos como Turquía y que la mitología griega nos enseña que todo lo que sus manos tocaron se convertía en oro, la actual administración de la CDEEE en todo lo que incide deja impactos negativos.

Tal es el caso de la empresa de generación hidroeléctrica dominicana EGEHID, que de acuerdo a la legislación del país es cien por ciento propiedad del Estado dominicano. Hasta el momento esta empresa había sido la niña bonita del sector eléctrico, pues al producir electricidad usando las aguas de nuestros ríos y venderla al mercado eléctrico a precios competitivos, posee una relación de costo/beneficio muy favorable, lo que hasta ahora le permitía ser una institución autosuficiente en materia financiera e incluso aportar a otras empresas eléctricas deficitarias.  

EGEHID no se ha escapado del toque de las manos del Anti Midas que dirige el sector eléctrico estatal, pues la CDEEE le debe más de 357 millones de dólares por concepto de compra de energía y potencia, monto acumulado durante los tres años de gestión de la actual administración.

Esta suma adeudada por la CDEEE a la EGEHID le impide a esta última realizar las operaciones de mantenimiento efectivo a los embalses, a los generadores y demás áreas sensibles vinculadas al correcto funcionamiento de esta empresa estatal, peor aún, con este monto el Estado dominicano pudiera construir con fondos propios otra hidroeléctrica de por los menos 150 megavatios.

Este macabro plan de descapitalización de la EGEHID responde a la histórica forma en que operan los entreguistas del patrimonio nacional, sometiendo las empresas públicas a un profundo deterioro técnico y financiero, para luego justificar su venta o traspaso al sector privado a precio de vaca muerta.