La mejora en la eficiencia operativa y financiera de las tres empresas distribuidoras de electricidad, la reducción de pérdidas, el incremento de los clientes facturados y de los usuarios con servicio de 24 horas de energía posibilitaron el desembolso al país de US$200 millones por parte del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Los fondos, que entraron esta semana y que fortalecerán las reservas del Banco Central, se estructuraron como un crédito sobre la base de 10 condicionalidades exigidas por el BID, ocho de las cuales correspondían al sector eléctrico y las dos restantes al Ministerio de  Hacienda y al Gabinete Social. 

“Los recursos eran de libre disponibilidad para Hacienda. Es decir, que podían ser utilizados para financiar cualquier partida del Presupuesto, ya que no estaban destinados específicamente para la CDEEE ni el sector eléctrico”, subrayó Celso Marranzini, vicepresidente ejecutivo de la institución.

Marranzini sostuvo que otras condicionalidades eran el aumento de los beneficiados con el subsidio focalizado Bonoluz y la mejoría Índice de Recuperación de Efectivo (CRI) de las empresas distribuidoras de electricidad.

Asimismo, la identificación y definición de responsabilidades para el desarrollo de criterios técnicos y financieros del Plan de Electrificación Rural, así como la instalación de un sistema tecnológico moderno (SAP) para administrar información fidedigna e integrada de la CDEEE y las EDEs y fortalecer la transparencia del sector.

También, la elaboración por parte de la CDEEE de un plan de expansión en generación y transmisión hasta 2021, y de optimización de los costos de generación mediante el avance del proceso de fijación de los valores técnicos mínimos de las plantas del sistema. Además, la preparación de un instrumento legal para modificar el régimen tarifario y de un marco regulatorio para la implementación de un programa de eficiencia energética.

“El sector eléctrico no solo cumplió con las metas fijadas por los organismos multilaterales, sino que superó, en todos los casos, las expectativas. Este año cerramos con un millón de clientes con 24 horas de luz cuando la meta era de 700 mil; con más de 300 mil clientes en Bonoluz frente a los 142 mil requeridos; dos millones 150 mil comparado con el millón 800 mil y una pérdidas en promedio del 28%”, detalló Marranzini.