POR FCO. CALDERON
SAN FRANCISCO DE MACORIS.- El Consejo Regional de Desarrollo (CRD) dijo que la ceguera que genera el sectarismo y los intereses personales que laceran los partidos, constituye la retranca que obstaculiza propulsar la reforma constitucional y social que se requiere para conquistar la descentralización estatal y la promoción del verdadero progreso humano.
La entidad que agrupa las provincias del Nordeste y el Cibao Central por medio de su director general, Ysocrates Andrés Peña Reyes, indica que se debe entrar en un serio proceso de reflexión, ya que dichos males además de impedir las reformas que urgen conducen lastimosamente a la dirigencia por un rumbo que la hace prisionera del recelo, el temor y el egoísmo.
Considera que este propósitos corresponden a los candidatos presidenciales mas que a cualquier miembro de la sociedad, demostrar su grandeza por medio del desprendimiento y la vocación de bien que implica practicar entre ellos la unidad, la solidaridad y la confraternidad para así ir tras una real bienestar colectivo y lograr la solución de los males.
Asimismo, estima vital para propulsar la reforma constitucional y social que están obligados a propulsar, que los legisladores asuman su rol en forma decidida y sin titubeos, ya que de rehuir al compromiso que asumieron con sus electores y sus comunidades se convertirían en personas ineptas, irresponsables y cobardes.
El CRD considera que el actual congreso esta constituido por legisladores de las diferentes bancadas que tienen la suficiente capacidad y experiencia para dotar el país de una nueva constitución y de las reformas estructuras que se requiere en las distintas instancias del Estado.
Sostuvo que siendo los actuales candidatos presidenciales parte de una generación de líderes que les ha tocado asumir la transición generacional en la que están sumergido, les corresponde ser timones y guías de las grandes reformas y transformaciones que tendrán un mejor futuro a esta y a las próximas generaciones.
El CRD abogó por un profundo despertar en torno a la dominicanidad y propósitos comunes, a fin de que la toma de decisiones se ventilen y logren fuera de todo sectarismo político.