En febrero del 2002, Aniana Vargas y yo publicamos un libro cuyo título era “La Nación Truncada: Sólo los productores y los sectores populares pueden salvar la Nación”.

En un trabajo posterior, febrero 2004, Aniana, yo, Niguel Tovar, Eleazar Mota, Luis Salazar y Gregorio Moya, continuando con la propuesta,  publicamos otro libro cuyo título era: “Cambiemos el Rumbo del País”.

En esos trabajos, después de la larga experiencia de la lucha de Bonao, criticamos la forma como se distribuye la renta nacional, e insistimos en un cambio radical de modelo, que coloque el desarrollo del aparato productivo y la creación de un mercado interior para la producción nacional, la educación y una mejor redistribución de esa Renta Nacional, como los elementos centrales de un nuevo modelo, y destacábamos el rol del gobierno y de los demás poderes del Estado en la implementación de dicho modelo.

Muchas personas, colocadas en posiciones influyentes en la sociedad vienen planteando, desde décadas atrás, la cuestión de cambiar el modelo vigente. El Dr. Ceara Hatton, reputado economista y hombre de ideas progresistas, reitera el 9 de junio pasado, desde su posición de Coordinador de la  Oficina de Desarrollo Humano de las Naciones Unidas: “Que el modelo impuesto desde décadas atrás, mientras más crece menos empleos genera”, califica esa situación como insostenible y enfatiza en los déficits  sociales y la incomprensión del gobierno y sectores sociales gobernantes,  sobre los cuales viene machacando desde años.

Por otro lado, Lizandro Macarrulla, presidente del CONEP, insiste en que este modelo es insostenible, critica la actitud de este y los anteriores gobiernos, y en un arrebato de sinceridad, al tiempo de clamar por un cambio de modelo, afirma:  “Lograr que el CONEP asumiera esta nueva postura costó mucho trabajo internamente, porque la mayoría de sus miembros nos hicimos ricos dentro de este modelo de desarrollo  y hemos vivido muy bien (…) Pero la visión empresarial va más lejos, por lo que creemos que el esquema de desarrollo que tenemos no es sostenible en el tiempo..” (Hoy; 10 de junio).

La cuestión es que, además de vencer la resistencia de los poderosos sectores que se han hecho multimillonarios apoyados en este injusto modelo, las cúpulas de los dos partidos que monopolizan la vida política, encabezada por el propio presidente Fernández y el poderoso Buró Político del PLD, les encanta este modelo; es su fuente de riqueza y de poder, y sólo trabajando por el desarrollo de una alternativa política, que genere una Nueva Mayoría, que arrase con esas cúpulas, puede hablarse en serio sobre un cambio hacía un modelo alternativo.

 !Esa es nuestra tarea central!