Cebolla, para llorar… ¡de felicidad!

Cebolla, para llorar… ¡de felicidad!

EFE.  Reportajes
Este bulbo comestible, ampliamente utilizado en las cocinas de todo  el mundo, aporta mucho más que un sabor agradable al paladar: estimula las defensas naturales del organismo, protege el corazón y vasos sanguíneos y ayuda a prevenir el cáncer.

¿Necesita más razones para incorporarlo a su dieta cotidiana?

Los antiguos egipcios bebían jugo de cebollas para aliviar la tos, los catarros y los trastornos estomacales. Las investigaciones médicas modernas no sólo han ido confirmando las bondades  de la cebolla, intuidas por las antiguas civilizaciones, sino que además han descubierto que aporta muchos más beneficios de los que se conocían hace siglos.

Disponer en la mesa o en la alacena de este bulbo de la familia botánica de las liliáceas o Allium, a la que también pertenecen el ajo y el puerro, es una de las mejores inversiones que una persona puede hacer, no sólo para mejorar y enriquecer los platos que cocina, sino además para mantenerse libre de enfermedades.

Buena parte de los beneficios terapéuticos y preventivos de los Allium provienen de su riqueza en sustancias sulfurosas, las que les confieren su característico sabor y aroma un tanto picantes.

Una de ellas es la alicina, la cual origina diversos principios activos contra distintos trastornos, a medida que la metaboliza el organismo.

La cebolla y las liliáceas en general también mejoran y protegen la salud mediante sus flavonoides: unos compuestos naturales también denominados vitamina P, como la quercetina, que tienen propiedades antioxidantes.

 En conjunto, las distintas sustancias de estos bulbos actúan contra el deterioro y envejecimiento celular, neutralizan la acción de los compuestos cancerígenos y combaten las infecciones por hongos y bacterias, además de inhibir la formación de coágulos sanguíneos, fluidificar la sangre y contrarrestar los estragos que causan el colesterol y otras grasas en nuestro organismo.

Según los expertos, estos son algunos de los principales  beneficios de la cebolla y las mejores opciones prácticas para aprovechar al máximo sus cualidades.

 Una gran aliada del corazón.  Los compuestos sulfurosos de las cebollas ayudan a reducir los niveles de las grasas sanguíneas y a mantener limpias las paredes arteriales, mientras que su quercetina combate el deterioro del colesterol LDL (malo) evitando que se endurezcan las arterias y se produzcan infartos.

Acción preventiva contra el cáncer.  Las personas que consumen abundante ajo y cebolla tienen una menor tasa de cánceres de piel, estómago, hígado, colon,  pulmones y cuello de útero, según el doctor Robert Hatherill, autor del libro “Comer para vencer el cáncer”.

Una ayuda para la diabetes.

«El consumo de cebollas es interesante para las personas diabéticas porque activa la secreción de los jugos digestivos y porque aporta una buena proporción de enzimas como la glucoquinina que, de forma similar a la insulina del páncreas, ayudan a reducir el exceso de azúcar en la sangre», según el médico Mique Pros, autor del primer Manual de Medicina Natural, en lengua española.

Buena para la respiración y la retención.  «La cebolla posee también propiedades diuréticas que la hacen muy apropiada para todas aquellas personas con tendencia a la retención de líquidos. Además, si se ingiere cruda o hervida es un buen remedio para ciertos trastornos del aparato respiratorio ya que facilita la expectoración, calma la tos y reduce la irritación de las vías respiratorias», señala el doctor Pros.

La mejor época para comprarlas.  Existen dos tipos de cebollas: las frescas que se hallan en el mercado en primavera, con una parte verde, y las de invierno, que se caracterizan por su piel rojiza y seca.

La mejor elección.  Si la cebolla es seca, debe ser firme y no tener ningún tipo de germinación; si es fresca, la parte verde deberá despedir un olor tenaz. Si las compras en manojos, vigile que las de dentro no estén blandas ni presenten signos de putrefacción. Elija siempre cebollas cuyo olor no parezca desnaturalizado.

Consejos para “no llorar”.  Para que las cebollas no le hagan llorar al cortarlas, pélelas bajo el agua fría.

Para digerirlas mejor. Si quiere digerir mejor este bulbo, córtelo en rodajas, espolvoréelos con sal fina, póngalo a macerar en un colador durante 5 minutos, aclárelo e incorpórelo a la ensalada.

Menos sabor y aroma fuerte.   Para suavizar el sabor de este bulbo, macere los trozos de cebolla cruda durante 2 horas en zumo de limón o aceite de oliva.

Recetas

Crema de cebolla:

  2 cebollas medianas

1 papa pequeña

1 nuez de mantequilla o margarina

2 vasos de leche

1 hoja de laurel

1 vaso de caldo pollo (se puede preparar con 1/4 de cubito de caldo pollo disuelto en un vaso de agua caliente)

sal y pimienta al gusto.

Preparación:   Pelar y trocear las cebollas y la papa. Derretir la mantequilla en una sartén y saltear las cebollas a fuego lento hasta que queden transparentes. Añadir el resto de ingredientes y subir el fuego hasta llevar a ebullición. Reducir el fuego, tapar y dejar cocer 20 minutos. Quitar la hoja de laurel y dejar enfriar ligeramente para pasar la mezcla por el pasapurés o la batidora. Rectificar de sal y pimienta. Si se desea una sopa más cremosa, puede sustituirse uno de los vasos de leche por uno de nata para cocinar.

Ensalada templada:

1 lechuga

1 tomate

1 cebolla

Setas o hongos

1/4 de pechuga de pollo

1 cucharada  de nueces

1 cucharada de pasas

1 cucharada de brandy

Aceite de oliva

Sal

Pimienta

Preparación: Picamos la pechuga, la cebolla y las setas en juliana. Lo echamos todo en una sartén con un chorrito de aceite. Salpimentamos y flambeamos con el brandy. Ponemos la lechuga troceada en el plato y la cubrimos la mezcla anterior. La decoramos con las pasas y las nueces por arriba.

Cebolla rellena:

12 cebollas

Una libra de carne de cerdo

 1/2 libra de tocino

 2 dientes de ajo

 Perejil

1 cucharada de cebolla picada

 1 cucharada de pan rallado

 Unos piñones

 Especias secas al gusto

 Aceite

 Sal

 Agua

Preparación: Preparar un conjunto con la carne de cerdo y tocino (todo picado), conjuntamente con los ajos, perejil, cebolla picada frita, pan rallado, sal,  piñones, especias y queso rallado. Después quitar los cascos inferiores de las cebollas y su corazón, rellenándolas y poniéndolas en una fuente, sin que estén oprimidas. Cocerlas, escurrirlas y servir.

Las claves

 1.  Los beneficios

 Terapéuticos y preventivos de los bulbos comestibles provienen de su riqueza en sustancias sulfurosas, como la alicina, las cuales les confieren su característico sabor y aroma picantes.

2.  El consumo de cebollas

Es interesante para las personas diabéticas porque activa la secreción de los jugos digestivos y aporta enzimas que, de forma similar a la insulina, ayudan a reducir el exceso de azúcar en la sangre.

3.  Saltan las lágrimas

Pélelas bajo  agua fría, o antes  déjelas 15 minutos en el congelador.

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