El Centro de Estudios de Género (CEG-INTEC) considera inaceptable la situación de dolor, angustia y tensión a que el sistema de salud somete supuestamente a una mujer embarazada que solicita ayuda para interrumpir un embarazo que pone en riesgo su salud emocional, por las condiciones en que se encuentra el feto.

Los estudios diagnósticos de esta mujer de 26 años reportan un “feto con múltiples malformaciones” como Extrofia Hepática, Teratoma (Un cáncer) en la región pélvica y extremidades inferiores que no se visualizan”.

“Esta es una situación que pone en evidencia la necesidad de que el Congreso Nacional proceda a aprobar la ley para operativizar la interrupción del embarazo por malformaciones congénitas, porque casos como este ponen en riesgo la vida de mujeres ante la ausencia de un instrumento legal que les permita resolver su situación en condiciones seguras”, refiere Lourdes Contreras, coordinadora del CEG-INTEC

Para Contreras, es precisamente este el problema frente al que no se tiene que colocar a las y los profesionales del sector salud, por lo que es urgente la elaboración de la ley especial que ordena la Ley 550-14 sobre el nuevo Código Penal.