Ceguera irreversible por daño al nervio óptico

Ceguera irreversible por daño al nervio óptico

A finales de 1998 ocurría un hecho trascendental para los afectados de disfunción eréctil: la aparición de la primera píldora que marcó el inicio de una era de medicamentos capaces de mejorar el desempeño sexual de millones de hombres al devolverles la rigidez peneana perdida y con ello, la posibilidad de culminar la actividad sexual de manera satisfactoria.

Casi al mismo tiempo que al coro exultante de usuarios agradecidos por, literalmente, «haber vuelto a la vida», empezó a escucharse la voz de  la comunidad médica advirtiendo sobre los efectos oculares adversos del citrato de sildenafil, sustancia activa en este medicamento y de sus moléculas hermanas vardenafil y tadalafil, contenidas en algunos fármacos que inundaron el mercado.

«Hay estudios publicados de casos de oclusión en ramas de la arteria retiniana, parálisis de párpados por afectación nerviosa a músculos importantes del ojo, hemorragias y  succión de arterias y venas. También se han descrito infartos lacunares a nivel del tercer par craneal».

Así lo indica la neuroftalmóloga Adalgisa Corona, de Centro Láser, quien expresa que entre los efectos más temidos de este grupo de medicamentos se encuentra la neuropatía óptica anterior de origen no arterítico. «La neuropatía óptica es como un infarto del cerebro que sucede en el nervio óptico. Es un trastorno que ocasiona daño permanente a esa estructura nerviosa, produciendo  pérdida irreversible de la visión».

En cuanto al tiempo en que los efectos adversos se presentan, la doctora Corona señala: «Una persona puede usar medicamentos para la disfunción eréctil por mucho tiempo y no pasar nada, otras no lo usan y presentan la neuropatía, de ahí viene la controversia de si pudo haber sido otra la causa; algunos han usado por periodos variables y un día hacen un infarto en el nervio óptico, por esto se ha descrito una asociación temporal».

Si bien no ha podido establecerse una asociación causal entre el bloqueo del riego sanguíneo al nervio óptico y el uso de este tipo de medicamento, ante esta  relación temporal, la US Food and Drug Administration (FDA) empezó a exigir que, desde julio del presente año, la etiqueta de esos productos contenga la siguiente advertencia: «Deje de usar este medicamento si presenta pérdida en su visión y busque ayuda médica inmediatamente».

PACIENTES NIEGAN USO

El Journal of Neuro-Ophthalmology, publicación científica especializada informa, en su volumen 25, número I, del año 2005, sobre catorce casos de neuropatía óptica anterior en usuarios de sildenafil. Para Corona, la frecuencia con la que se presenta la neuropatía es más alta que la reportada por la literatura científica, debido a que muchos hombres ocultan ser usuarios de fármacos para mejorar la erección.

«El oftalmólogo debe preguntar insistentemente a los pacientes masculinos que vienen a consulta con visión borrosa o pérdida de visión si usan otros medicamentos además de los antihipertensivos, porque espontáneamente no lo dicen”, expone Corona.

Las nuevas drogas contra la disfunción eréctil actúan como potentes bloqueadores de la acción de una enzima llamada fosfodiestrasa 5 (PDE-5), con lo cual relajan ciertas células musculares y, en presencia de estimulación sexual,  se incrementa el flujo sanguíneo en el cuerpo cavernoso. Esta acción vasodilatadora también se verifica en la vasculatura del ojo y es a la que se le atribuyen los efectos adversos permanentes en la visión.

La inhibición parcial de otra enzima, la fosfodiesterasa 6 (PDE-6), presente en la retina,  ocasiona efectos secundarios temporales como son aumento de la presión intraocular,  cambios en la percepción del color –visión azul o verde–, sensibilidad aumentada a la luz y pérdida pasajera de visión.

La neuroftalmóloga de Centro Láser explica que «la alteración en la visión del color no es un estadio previo a la neuropatía, es algo independiente que se produce porque los inhibidores de la PDE-5 también actúan como bloqueadores débiles de la PDE-6».

Hombres en riesgo

La especialista declara que la neuropatía óptica debida al uso de  fármacos contra los trastornos eréctiles es más frecuente en pacientes diabéticos, hipertensos o con problemas de dislipidemias y en personas que tienen en su ojo una predisposición anatómica conocida como disco óptico pequeño.

«Este tipo de disco es el que tiene mayor riesgo de neuropatía óptica anterior de origen no arterítico. Si un hombre, además de tener el disco óptico pequeño, padece de diabetes, hipertensión u otros problemas que comprometen la microcirculación del nervio óptico, su riesgo de hacer  neuropatía aumenta. Si además es usuaria de algunos de los medicamentos para la disfunción eréctil, el riesgo es aún mayor».

Sobre los pacientes diabéticos, Corona acota que hay estudios que indican que quienes toman sildenafil tienen más riesgo de hacer una neuropatía diabética proliferativa.

Quienes concomitantemente usan nitratos para problemas cardiacos, tienen mayores probabilidades de hacer infartos en la cabeza del nervio óptico.

RECOMENDACIONES

La neuroftalmóloga indica que los expertos en enfermedades de la visión recomiendan a los hombres con dislipidemias, hipertensos, aunque estén controlados, y diabéticos, aunque no tengan retinopatías, tener más precaución al usar citrato de sildenafil y similares.

«Lo primero es que deben hacerse un examen médico general e investigar como están sus lípidos, glicemia, tensión arterial y hematocrito, este último porque la hemoconcentración incrementa el riesgo de  infartos», subraya.

En segundo lugar, explica Corona, «deben someterse a un examen oftalmológico. El oftalmólogo puede decir a ese individuo si tiene un disco óptico de los llamados en riesgo, que aunque perfectamente sano, tiende a hacer este tipo de neuropatía. Antes de usar el sildenafil, es  pertinente conocer las características de su  nervio óptico».

La experta de Centro Láser recomienda enfáticamente a los usuarios de sustancias medicinales contra padecimientos eréctiles acudir inmediatamente al oftalmólogo de notar que no ven bien de un ojo,  para prevenir la neuropatía en el otro ojo y así evitar la ceguera total.

«Quienes toman estos medicamentos tienen ya problemas a nivel sistémico, por lo que les aconsejamos acudir al urólogo y buscar otras alternativas de tratamiento a su disfunción eréctil, una opción diferente a los inhibidores de la fosfodiesterasa 5», agrega.

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