POR ELVIS LIMA
El sacerdote Jorge Cela atribuyó al narcotráfico el auge que últimamente han tenido el crimen y la delincuencia en el país, ya que por ser un negocio muy lucrativo obliga a sus actores a defenderse de la justicia y evadir por cualquier vía a la Policía y a la Dirección de Control de Drogas (DNCD).

El religioso afirmó que al ser un negocio que genera tantas ganancias, el narcotráfico les permite a sus protagonistas conseguir las armas necesarias para defender su territorio y conquistar otros para poder vender la mercancía.

“Si la droga fuera legal sería muy barata porque producir la droga cuesta poco. Lo que cuesta es todo el aparato de ejército de mafia que hay que montar para poder evadir la justicia. Eso es lo que encarece la droga y hace que sea un negocio muy rentable”, explicó el religioso.

Al pronunciar la conferencia “Violencia y su Expresión en los Medios Urbanos”, Cela también consideró que el problema se torna más complicado porque los narcotraficantes hacen todo lo que esté a su alcance para sobrevivir.

Dijo que debido a esa situación es que muchos, al verse acorralados, optan por comprar conciencia, especialmente la de policías mal pagados, poco formados y poco motivados.

“Como es un negocio que rinde mucho, puede comprar mucha gente. Hasta policías y jueces y así se abre camino comprando apoyo en el mismo barrio, dando ayudas a quienes necesitan e involucrando gente decente”, puntualizó Cela.

Indicó que mientras más fuerte es la pobreza, más se presenta el narcotráfico como una “buena” oportunidad para los jóvenes del barrio poder conseguir dinero.

Añadió que otro factor negativo es el hecho de que en el país las posibilidades de ganarse la vida honestamente son cada vez más escasas, lo que hace que muchos jóvenes se inclinen por esta opción.

Consideró que muchos de los jóvenes que caen en el vicio y el negocio, además de sentirse atraídos por el dinero fácil, lo hacen por la falta de conciencia y educación. Manifestó que otro factor que genera violencia dentro de esta práctica se debe a que  muchos de los que se dedican a ella  han aprendido en la vida a defenderse por la fuerza de la violencia, tanto en el hogar como en la misma calle.

Señaló que, además, el problema se convierte en un círculo vicioso porque muchos de los que se dedican al tráfico de drogas no saben hacer otra cosa tan rentable como ésta, y se ven sin alternativas viables.

“Los narcotraficantes van haciendo una red. Dicen que la red más fuerte de ayuda social que hay en Colombia es la red de los carteles del narcotráfico, porque esto les garantiza el apoyo de la ciudadanía y les da campo libre para actuar”, precisó Cela.

EL CONSUMO

Por otra parte, Cela, representante del Centro de Estudios Juan Montalvo, también dijo que el consumo de algunas drogas estimula la agresividad y el coraje entre los usuarios.

Estimó que la violencia policial es otro factor a tomar en cuanta a la hora de evaluar la raíz del problema, ya que las bandas de venta como los atracadores se convierten en enemigos “armados” de la institución.

Estimó que esa situación genera una acción represiva violenta por parte de la Policía, que se convierte en una nueva fuente de violencia.

“Si los combatimos con la violencia, estos jóvenes, para defenderse, buscarán armas mejores. Ya los muchachos en los barrios no tienen pistolas, tienen metralletas, van mejorando sus armas y sus ganancias”, puntualizó.

El sacerdote Cela dictó una conferencia como parte del programa de trabajo del seminario internacional “Construcción de Paz”, que concluirá hoy, en el que participan líderes comunitarios y religiosos de los distintos sectores capitalinos.