¡Celebración en Santo Domingo! ¡EL SIGLO DE GUAYASAMIN!

¡Celebración en Santo Domingo! ¡EL SIGLO DE GUAYASAMIN!

«Lloré porque no tenía zapatos hasta que vi a un niño que no tenía pies»… “Por los niños que cogió la muerte jugando, por los hombres que desfallecieron trabajando, por los pobres que fracasaron amando, pintaré con grito de metralla, con potencia de rayo y con furia de batalla” …(Guayasamín). Su mejor amigo chileno, el Premio NobelPablo Neruda, dijo alguna vez que “los nombres de Orozco, Rivera, Portinari, Tamayo y Guayasamín, formarían la cordillera de los Andes de la pintura del continente americano” …

La noche del pasado miércoles 3 de julio, en el Centro Cultural Banreservas, ha tenido efecto un panel analítico y valorativo de la trascendencia y los vínculos del gran artista ecuatoriano Oswaldo Guayasamín (1919-1999) con la República Dominicana. Los expositores fueron la reconocida gestora cultural Verónica Sención; el crítico de arte Abil Peralta Agüero; los artistas Antonio Guadalupe, Dominique Selman y Leonardo Durán, además del Dr. Lino Peña, cónsul ecuatoriano en Santo Domingo. Asimismo, el Dr. Enrique Cadena Suasnavas, embajador de Ecuador en nuestro país, y el Dr. Luis Scheker Ortiz, presidente de la Academia de Ciencias de la República Dominicana, quien tuvo la gentileza de fungir como moderador.
En este fraternal encuentro, celebrando el centenario del nacimiento de Guayasamín, como parte del programa de actividades culturales del “Mes de Ecuador”, Antonio Guadalupe expuso con admirable brevedad sobre los antecedentes de la primera visita del maestro Guayasamín a Santo Domingo. Verónica Sención y Abil Peralta Agüero resumieron sobre sus experiencias personales y el gran respeto tributado desde los ámbitos académicos, artísticos y culturales de nuestro país a la obra, la personalidad y la trayectoria de Guayasamín. Dominique Selman, valoraba a Guayasamín como visionario de la economía del arte al difundir ampliamente su obra gráfica y crear la Fundación Guayasamín en 1976. Leonardo Durán, testificaba sobre la influencia de Guayasamín en su práctica poligráfica. Lino Peña, revelaría información inédita sobre el interés de Guayasamín por Santo Domingo desde principios de los 70 del siglo XX.
OSWALDO GUAYASAMIN CALERO nace en Quito, Ecuador, el 6 de julio de 1919 y fallece en Baltimore, EE. UU., el 10 de marzo de 1999. Fue el mayor de 10 hermanos. Su padre, José Miguel Guayasamín, de ascendencia indígena, trabajó como tractorista y chofer. Su madre, Dolores Calero, se dedicó al hogar, falleciendo a los 46 años. Las carencias y la tragedia social le marcarían desde la infancia. A los siete años, vende sus dibujos en las calles de Quito. A los trece, ingresa en la Escuela de Bellas Artes, donde obtiene diploma de escultor, pintor y arquitecto. Sus tres etapas creativas esenciales son: “Huacay Ñan/El Camino del Llanto” (décadas de los 50 y 60 del siglo XX); “La Edad de la Ira” (décadas de los 60, 70 y 80) y “La Edad de la Ternura” (década de los 80 y 90). Su producción pictórica se estima en más de 7.000 obras.
Su mirada estremecida ante la violencia, los terribles efectos del colonialismo, la angustia y la injusticia social, atraviesa la obra global de Guayasamín, sintetizando con estilo propio las principales tendencias vanguardistas del siglo XX: expresionismo, cubismo y abstraccionismo. Toda la ira de Guayasamín inicia en 1932, con el conocido capítulo“Guerra de los cuatro días”en la historia ecuatoriana y cuyos resultados fueron más de 4.000 muertes. En medio de este hecho, Manjarres, su mejor amigo de 12 años, caerá asesinado por una “bala perdida”.
En plena actividad, Oswaldo Guayasamín sería reconocido como uno de los máximos expresionistas de todos los tiempos y celebrado como el “Pintor de Iberoamérica”. Mas, encasillarle implica retos, dada la magnitud de la calidad de su obra y su enorme capacidad de abstracción previa a la creación de imágenes que parecen más bien resultado de un ejercicio reflexivo profundo desde la estética, la sociología, el psicoanálisis y el existencialismo filosófico.
En este sentido, advertiría el gran historiador del arte José Camón Aznar: “Los golpes de color, por muy rutilantes que sean, las manchas esparcidas, los contrastes enardecidos, todo ese mundo dinámico en caudalosa y vital conformación que son los retratos de Guayasamín, está visto desde dentro del modelo, desde su interpretación de la idiosincrasia personal del retratado”. (1973).Así, al pensar sobre expresionismo figurativo, habría que ver a Guayasamín sumando un repertorio sígnico propio y una nueva síntesis expresiva, impregnada de una carga significativa intensamente humana.
No en vano, Guayasamín figura entre los grandes pintores humanistas universales. Sus pinceladas destilan memoria. No olvida un centímetro de la historia de la humanidad y a la que hace trascender en su monumental obra amando, llorando, mendigando, matándose, luchando, robando, desnuda, rezando, mutilada, tierna y esperanzada. Por su activismo social, fue admirado comosímbolo de la oposición al capitalismo salvaje. Después de su partida física, su personalidad, su apellido: Guayasamín, que en lengua quechua significa: «Ave blanca volando», y su extraordinario legado artístico, se tornan cada vez más significativos. En dos ocasiones (1992-1993) tuve la dicha de encontrarle y dialogar en el Museo de Arte Moderno. Cuando hablamos de su edad, me dijo que ya iba como por 300 años. Mientras tanto, a lo largo del 2019, todos en la “bolita del mundo” asistimos a la celebración del centenario de su natalicio y el ¡PRIMER SIGLO DE GUAYASAMIN!…

SINTESIS DE GUAYASAMIN EN SANTO DOMINGO

En 1988, en su ausencia, Oswaldo Guayasamín fue condecorado por el Gobierno de la República Dominicana con la Orden de Duarte, Sánchez y Medalla en el Grado de Oficial y con la Orden Heráldica Cristóbal Colón. El Ayuntamiento de Santo Domingo le declara Huésped Distinguido y se inaugura su exposición “Guayasamín en el 450 Aniversario de la Universidad Autónoma de Santo Domingo” en las salas de Casa de Bastidas. En 1992, realiza su primera visita a nuestro país y es reconocido de inmediato como Miembro de Honor del Colegio Dominicano de Artistas Plásticos. El Ayuntamiento del Distrito Nacional, declara a Guayasamín Visitante Meritísimo. La UASD y la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU) les otorgan el Doctorado Honoris Causa. En la ocasión, se inaugura su gran exposición Retrospectiva en Galería -hoy Museo- de Arte Moderno de la Plaza de la Cultura Juan Pablo Duarte, incluyendo más de 60 óleos sobre tela de gran formato; 30 acuarelas y 10 dibujos sobre papel. También, presenta una exposición individual con serigrafías, litografías, aguafuertes, dibujos y oleos en la Galería de Arte Nader. En 1993, el maestro Guayasamín retorna con su muestra “Obra Gráfica”, organizada por VerónicaSención en el Centro de Arte Nicolás de Ovando de la Ciudad Colonial de Santo Domingo.

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