Celebran 20 años de Sex and the City

Celebran 20 años de Sex and the City

Dos décadas después de su estreno, que se cumple hoy, el atractivo de “Sex and the city” pervive en la Gran Manzana, donde las calles, cafeterías y tiendas en las que se rodó la célebre serie de televisión son hoy lugares de peregrinaje para sus admiradores.
El punto más visitado, con toda probabilidad, es la casa de la estilosa protagonista, Carrie Bradshaw, cuyas escaleras pateó multitud de veces enfundada en sus amados “Manolos”, como apodaba cariñosamente a los zapatos diseñados por Manolo Blahnik.
Visitas guiadas como la de On Location Tours tienen parada obligatoria en el “brownstone” -vivienda típica neoyorquina- situado en el West Village, donde una cadena a la entrada impide a los curiosos acercarse a la puerta y un cartel en la ventana clama hoy “¡Vergüenza, Trump!”.
Elyse Brandau, una actriz que lleva tres años como guía turística revelando los entresijos de “Sex and the city”, relata a Efe que tras la llegada del nuevo propietario a la casa, vendida por casi 10 millones de dólares hace seis años, algunos “tours” tenían prohibido pasar por allí, pero ahora pueden volver a hacerlo en silencio.
Esos “tours” permiten medir en cifras la atracción por la serie, que no sucumbe al tiempo: solo teniendo en cuenta a On Location, que lleva 17 años haciendo recorridos diarios, son “más de medio millón de mujeres” las que han acudido a la ciudad para peregrinar los antiguos escenarios.
Un viernes cualquiera por la mañana, Brandau cautiva a un autobús repleto de fans, que se emocionan al recordar momentos de la serie y guardan la esperanza de ver en algún momento a la actriz Sarah Jessica Parker, tan admirada como el personaje al que interpretó durante seis años y que después recuperó en dos películas.
Parker es una vecina más del encantador West Village, en cuyo corazón hace esquina la pastelería Magnolia Bakery, que algunos fines de semana «tuvo que contratar a un portero» por la cantidad de turistas que acudían allí para emular a Carrie y a su amiga Miranda comiendo «cupcakes» en la puerta.
Precisamente la actriz Cynthia Nixon, que encarnaba a la protagonista pelirroja y es conocida por su activismo LGBT, es otra residente de Nueva York presente en la mente de muchas seguidoras, ya que anunció este año que aspiraba a ser candidata a gobernadora del estado.
A través de su personaje, Miranda, es como la guía turística demuestra que no todo se ajustó a la realidad en cuanto a Nueva York: aunque las localizaciones en la ficción estaban repartidas por los cinco distritos de la ciudad, la mayor parte de la producción estuvo anclada en el West Village.

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