POR GERMAN MARTE
Con una misa celebrada en su sede y el reconocimiento a once de sus egresados, la Escuela Nacional de Ciegos, hoy transformada en Centro Nacional de Recursos Educativos para la Discapacidad Visual, celebró este domingo el 50 aniversario de su fundación.

La eucaristía fue concelebrada por los sacerdotes Bartolomé Marte y Pedro Jean Pierre. Entre los egresados reconocidos por su esfuerzo, perseverancia, superación y logro de sus metas figuran Holguín Alejo, el bachatero Teodoro Reyes, Genaro Ortiz, Ana Josefa Delgado y Germán Lantigua.

En el acto estuvo presente Elbita Hernández, primera directora de la escuela. Decenas de no videntes, familiares y amigos se dieron cita en la actividad.

Pastora Reyes, actual directora de la Escuela Nacional de Ciegos destacó que la institución fue inaugurada el 22 de abril de 1957 y desde entonces ha estado trabajando en la integración de las personas con discapacidad visual a la educación y a las labores productivas. Indicó que más de 1,800 personas ciegas han sido capacitadas en la Escuela de Ciegos y muchos se han destacado en sus áreas profesionales.

Entre los logros cosechados por la Escuela Nacional de Ciegos, Reyes destaca el reconocimiento al derecho a la educación de los niños con discapacidad visual y la integración a la sociedad de muchos profesionales no videntes que se han integrado a la producción. Sostuvo que los más de 30 ciegos que hoy son profesionales han pasado por la institución.

Uno de los grandes escollos que ha tenido que enfrentar la escuela para poder exhibir los logros que hoy enarbola, ha sido la falta de conciencia de la gente de que los ciegos también necesitan insertarse en el sistema educativo.

Afortunadamente, dijo, la sociedad ha respondido y cuando se envía un niño ciego a un centro educativo lo único que demandan es capacitación para los maestros que van a tener la responsabilidad de educarlos.

Destacó que en la Secretaría de Educación existe la Dirección de Educación Especial y cada verano entre 40 y 60 profesores reciben adiestramiento en la Escuela Nacional de Ciegos para dar clases a niños no videntes.

Indicó que cada mes el Centro que dirige recibe una subvención de RD$250 mil, justo la mitad de lo que había solicitado para poder ampliar su labor y servir mejor a una población de ciegos que ya supera las 33 mil personas, según las estadísticas.

De su lado, el licenciado Fausto Bueno Bueno, técnico docente nacional y encarado de coordinar la inclusión de niños con discapacidad visual en los centros regulares subrayó que la sociedad ha ido avanzando en su nivel de conciencia respecto a las personas no vidente, “la gente ha ido cambiando su actitud, al principio fue muy difícil”.

Hoy, expresó Bueno, hay una actitud más positiva en torno a la discapacidad visual gracias al esfuerzo de la Escuela Nacional de Ciegos y el Centro de Recursos para la Discapacidad Visual que ha ido a cada rincón del país llevando educación para los ciegos. Resaltó que muchos de los estudiantes ciegos son alumnos sobresalientes que han ganado premios, como José Luis Quezada, el estudiante que sacó las mejores notas en las primeras pruebas nacionales que se hicieron en el país. Quezada obtuvo una calificación promedio de 99.