POR EDUARDO YERO 
La Habana (EFE).- La afición cubana celebra a todo vapor su triunfo ante República Dominicana por 3-1, que le posibilitó clasificarse para la final del primer Clásico Mundial.

La capital cubana prácticamente estuvo medio paralizada este sábado desde el mediodía, pues hubo una disminución significativa de vehículos y personas ya que la mayoría estaba en sus casas siguiendo paso a paso el partido, que fue trasmitido en directo por la radio y televisión cubanas.

El «ponchete» dado por el lanzador cubano olímpico, Pedro Luis Lazo al bateador emergente Alfonso Soriano en el cierre del noveno capítulo provocó una gran explosión de júbilo entre los cubanos al concretar su importante triunfo, que le ha asegurado la medalla de plata de la competición.

El silencio y la tensión que había reinado en la capital hasta entonces se quebró de manera abrupta, y se trocó en un gran estallido de júbilo, bullicio, música, gritos, abrazos y hasta choque de copas para celebrar con el típico ron cubano la «hombrada» de los peloteros isleños.

En diversos puntos de la ciudad cientos de aficionados se agolparon ante los televisores para no perderse un solo detalle del encuentro, y en algunos casos era visible su nerviosismo que les obligaba a comerse hasta las uñas.

Pero el fervor de los habaneros por ver en acción a sus compatriotas en el Clásico se hizo evidente en centro de la ciudad, pues incluso en el barrio chino un vehículo de la policía se estacionó en las afueras de una cafetería y sus dos ocupantes abrieron las puertas del coche para ver las imágenes en la televisión.

Tras la victoria cubana, la euforia se apoderó de otros apasionados amantes del béisbol, y por ejemplo, varios de ellos salieron a la calle portando la enseña nacional y gritando a todo pulmón: «al carajo los profesionales».

«Creo que nadie en Cuba se esperaba este tremendo resultado del equipo. Sin dudas es digno de destacar esa actuación, pues eliminó a tres de los de mayor favoritismo», comentó a Efe Ernesto, un aficionado de la residencial zona de Miramar.

«Cuba le pasó la ‘cuchilla’ a Venezuela, uno de los grandes, a Puerto Rico, otro de los ‘ranqueados’ y ahora a República Dominicana, al que se le daban incluso posibilidades de ganar la medalla de oro en el torneo», indicó.

Para Rudy Ramírez, custodio de una firma extranjera, el triunfo de los cubanos ha demostrado «la cohesión del equipo cubano, en el cual todos lucharon por la victoria».

«También se ha demostrado -añadió- que el béisbol cubano tiene un nivel para jugar en cualquier liga, y propiciar más topes de calidad para limar algunos aspectos técnico que aún les queda por superar»

Ramírez, 67 años y que en su juventud se destacó en el béisbol aficionado dijo a Efe que «realmente no esperaba este resultado, pero cuando vi que superamos la primera y segunda etapa, me dije cualquier cosa podía suceder, hasta discutir la medalla de oro».

Gelasio González, un profesor de ajedrez, pero amante hasta la médula de la pelota, comentó a Efe que el equipo de su país se clasificó hoy «contra todos los pronósticos para la final contra Grandes Ligas, pues se suponía que Cuba era un plantel inferior»

«Sin embargo, los cubanos han jugado a corazón abierto, como equipo que son y han puesto el nombre del deporte cubano bien en alto», apuntó.

«Me sentí tan tenso durante el juego que hasta me comí las unas y en ocasiones tuve hasta que levantarme porque tenía miedo de ver como podían superarnos», afirmó.

Cuba jugará en la final del próximo lunes frente a al ganador de Corea de Sur y Japón, que esta noche disputarán su semifinal en el mismo estadio Petcko Park de San Diego (EEUU). «Cuba siempre ha jugado muy bien contra las selecciones asiáticas, por lo tanto, yo le voy a Cuba, que sin duda será el campeón en este primer Clásico Mundial», apostilló.

En la primera ronda del torneo Cuba se impuso a Panamá y a Holanda y recibió un KO de 2-12 ante Puerto Rico.

En la segunda vuelta eliminó a Venezuela (7-2), cayó frente a República Dominicana por 3-7 y dejó en la cuneta a Puerto Rico 3-2.