Celebran en NYDía Altagracia

Celebran en NYDía Altagracia

POR DISRAELI GUILLEN
NUEVA YORK.-
Los dominicanos, grupo mayoritario en la Arquidiócesis de Nueva York, son abanderados de la fe y su presencia y vivencia espirituales son alentadoras, proclamó ayer el cardenal Edward Egan, en un mensaje leído por el obispo Jesús Iriondo, vicario de Asuntos Hispanos. El cardenal, quien se hallaba en Washington en asuntos relacionados con su ministerio, señaló que desde hace más de una década la Arquidiócesis le abrió a los fieles dominicanos las puertas de la Catedral de San Patricio para la celebración de la misa en honor a su Madre Espiritual, Nuestra Señora de la Altagracia. «Nuestra Señora de la Altagracia ha visto nacer al pueblo dominicano y le ha acompañado en todas sus jornadas, fuesen de angustias o de esperanzas, por eso, la milagrosa Virgen es uno de los símbolos más importantes de la nacionalidad dominicana», dijo el cardenal Egan en su mensaje.

Las misas dedicadas a La Altagracia colmaron de feligreses dominicanos iglesias en todos los sectores de Nueva York, pero el principal acto de veneración a su Madre Espiritual, se realiza cada año en la Catedral de San Patricio.

«La Conferencia de Episcopado Dominicano observa con preocupación a los hijos que abandonan el país buscando una vida mejor. A esos dominicanos les ofrecemos nuestras oraciones y los esperamos con los brazos abiertos, mientras nuestra madre vela por sus hijos, no los abandona», dijo por su parte, monseñor Jerónimo Tomás Abreu Herrera, Obispo de Mao-Montecristi, quien tuvo a su cargo la Homilía en la misa a la Virgen.

Monseñor Abreu afirmó que «nos encontramos con una humanidad en crisis, no hay moral objetiva, ni formas civilizadas, ni sentido de solidaridad, ni dignidad, al tiempo que los derechos han sido olvidados, se refleja la pérdida de los principios, pero, la fe cristiana y la veneración a la Altagracia nos refleja los conceptos de la sagrada familia que integramos para salvar la sociedad».

Cientos de dominicanos de todas las edades enarbolando banderas de su país, colmaron la regia Catedral ubicada en la Quinta Avenida y las calles 50 y 51 en el corazón de Nueva York en las celebraciones altagracianas de mayor explendor, para escuchar el mensaje del Cardenal Egan y de Monseñor Juan Tomás Abreu, Obispo de la Diósesis de Mao, Montecristi.

El obispo auxiliar Iriondo, por su parte, expresó que «La presencia del pueblo dominicano, expresa un espíritu solidario y una profunda y alegre fe».

Los himnos de los Estados Unidos y de la República Dominicana, fueron cantados al final de la misa.

La actividad contó con la presencia del asambleísta Adriano Espaillat, representantes diplomáticos y consulares; Máximo Padilla, presidente del Comité del Dominicano en el Exterior y otras personalidades.

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