Es imposible hablar de Nueva Orleans sin mencionar su contagiosa música salida de lo más profundo del alma y de las vivencias de la población negra: el jazz y blues. Y con esta música se rindió tributo a esta ciudad en la celebración de la embajada americana por el 242 aniversario de la independencia de los Estados Unidos.
Para ello, la noche del pasado martes el Teatro la Fiesta del hotel Jaragua se convirtió en un escenario donde se recrearon las emblemáticas casas y letreros de la famosa calle Bourbon, de esta ciudad norteamericana ubicada al sureste de Luisiana.
Después de pasar por un riguroso sistema de seguridad, los asistentes hicieron una larga fila hasta llegar a la línea de recibo, donde el encargado de Negocios, Robert Copley, y su esposa, Yanira Copley, les dieron la bienvenida. Otros, en cambio, pasaban directo al área donde se realizó el coctel, de pie, aunque había algunos bancos. A las 8:00 de la noche inició la ceremonia con la jocosa bienvenida de Freddy Ginebra, quien luego cedió el micrófono a Robert Copley. El encargado de Negocios de la embajada dijo sentirse honrado de que los invitados celebraran con ellos su fiesta de independencia.
A manera de chiste expresó que aunque él y su esposa no tienen un año en el país, se sienten cada minuto más “aplatanados”. También anunció que ya juramentó a la embajadora de Estados Unidos en República Dominicana, Robin Bernstein, quien pronto estará por aquí.
Los asistentes disfrutaron de la velada a ritmo de las melodías de jazz, cerrando la noche en el área de la piscina con diez minutos de fuegos artificiales.