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NUEVA YORK. AFP . La metamorfosis del cuerpo por la vestimenta es una ambición constante de los creadores y una exposición presenta a partir de esta semana en el Museo Metropolitano de Nueva York la influencia de los superhéroes de las historietas y el cine sobre la moda contemporánea.
El siglo XX ha visto emerger generaciones de diseñadores de moda inspirados de una u otra forma por Superman, Spider-Man o el Capitán América, esos justicieros con cuerpos perfectos y eterna juventud que logran hazañas no bien abandonan su identidad banal, visten sus trajes, vuelan y derrotan al enemigo.
En el patio de entrada del museo situado sobre la Quinta avenida los visitantes son recibidos por Superman, Batman y la Mujer Maravilla, tres esculturas blancas en referencia irónica a las «verdaderas» estatuas de mármol que aloja el museo.
La sala de exposición, poco habitual para la arquitectura muy austera del «Met», está formada por corredores tapizados de espejos, una realización de Nathan Crowley, decorador de Hollywood que trabajó para «Batman Begins» y «The Dark Knight», que se estrena en los próximos meses.
Sobre maniquíes de cera, unos sesenta modelos creados por estrellas de la moda como Thierry Mugler o Pierre Cardin en los años 80, John Galliano, Jean-Paul Gaultier, Hussein Chalayan o Alexander McQueen, muestran hasta qué punto la inspiración proviene a menudo de los héroes urbanos norteamericanos.
Algunos son muy conocidos, como el corsé de motociclista de Thierry Mugler para su colección primavera-verano de 1992, equipado con espejos retrovisores y manubrio, o los equipos deportivos con capucha de Jean-Paul Gaultier para su colección otoño-invierno 1995-96. Otros fueron vistos en el cine, como el traje de Superman de Christopher Reeve en 1978.
«Fue mucho más difícil de encontrar modelos en mis colecciones», admitió el creador italiano Giorgio Armani, que patrocina la exposición programada hasta el 1º de setiembre.
Famoso por sus trajes-pantalones para empresarias, sus formas fluidas beige o grises, el italiano expone sin embargo dos modelos en el «Met», uno con espaldas muy anchas pero que respeta la pasión del creador por la seda gris, y otro que es un traje de noche en muselina negra con un motivo de telaraña.
«Tuvieron mucho coraje, los Gaultier, Mugler y Galliano (John Galliano, creador de la casa Dior)», agregó Armani en una rueda de prensa junto al director saliente del museo, Philippe de Montebello. «Pero ese coraje es indispensable para la cultura de la moda, esos innovadores alimentan la inspiración», agregó, rindiendo homenaje «a los dibujantes de historietas de los años 30 y 40».
«Flash Gordon vivía en las mismas casas que ahora se construyen en Shanghai en el barrio Bund, los automóviles japoneses contemporáneos salieron de esas historietas», constató.
La exposición fue organizada por Andrew Bolton, conservador del Instituto de la Vestimenta, que es un departamento especializado del mismo museo creado en 1946 y que recientemente organizó exposiciones sobre Poiret (2007), Chanel y «Anglomanía, tradición y transgresión en la moda británica» (2006). «Esta exposición es un homenaje al triunfo de la fantasía sobre la realidad, y la transformación del cuerpo.
