Mañana  celebramos el día consagrado a papá y ustedes, queridos amiguitos, están preparados para celebrar esta fiesta tan especial en la cual se le rinde tributo a ese ser que junto a mamá es el responsable de nuestra existencia.

Eso está muy bien,  sin embargo, lo más importante es el cariño y el respeto que le profesamos siempre.

Papá es  responsable, junto a mamá, de tu crianza, educación y formación; Papá  se preocupa por darte lo mejor de sí y está a tu lado cada vez que lo necesitas.

Debes ser compresivos con él  y tomar en cuenta que cada vez que te aconseja lo hace porque quiere lo mejor para ti, así que, escúchalo, porque tiene más experiencia que tú de las cosas.

Si consideras que en algo no tienen la razón entonces, de manera serena, explícale por qué considera que está equivocado.

Siempre trata a tu padre con respeto, jamás le alces la voz y en todo momento exprésale lo importante que es para ti y lo mucho que lo quiere.

Si eres cristiano, y estoy segura que sí, debes tener en cuenta que el  cuarto mandamiento nos manda a honrar a papá y a mamá. Además, la Sagrada Escritura contiene numerosos pasajes que hablan del amor que debemos profesar a nuestros progenitores.

Por ejemplo, una de las cartas de San Pablo a los   Colosenses dice: «Hijos, obedeced en todo a vuestros padres, pues esto es agradable al Señor»

De igual manera,  en el libro de los Proverbios se lee: “Guarda, hijo mío, el mandato de tu padre y no desprecies la lección de tu madre…en tus pasos ellos serán tu guía; cuando te acuestes, velarán por ti; conversarán contigo al despertar».

Y no solamente ahora que eres un niño o una niña, sino que a lo largo de toda tu vida has de honrar a papá y a mamá.

Y como mañana es el día especial para él, reitérale lo mucho que lo quieres; que los papeles se inviertan y seas tú quien lo mimes, planees algo especial como un almuerzo fuera de la casa, ir de picnic, o prepararle su plato favorito.

Con tus propias manos haz una linda tarjeta y escríbele  un pensamiento bien emotivo y léele la carta que le  escribiste en el concurso de Tinmarín   o realiza cualquier otra manualidad y entrégasela de regalo.

Despiértalo con su canción favorita o si sabes alguna poesía recítasela y llévale el desayuno a la cama.

Pero recuerda: papá es papá para toda la vida; así mismo, tú, como hijo, debes amarlo y respetarlo siempre.