Proteger Valle Nuevo, sus fuentes hídricas y biodiversidad, es actualmente el punto focal de las autoridades y los ecologistas. Es loable que se diga y reitere que no habrá vuelta atrás ni prórroga en la decisión de desalojar de allí los sembradíos que amenazan este ecosistema vital para la nación entera. Pero Valle Nuevo es solo un punto entre tantos de alto interés nacional que hay que cuidar por igual de la explotación insostenible y destructiva.
De principio a fin, el Artículo 15 de nuestra Constitución contiene disposiciones para la preservación de las fuentes hídricas, cuencas altas de los ríos, foresta y biodiversidad endémicas, áreas protegidas y los recursos naturales en sentido general. Mientras la atención se concentra en Valle Nuevo, sigue la tala de árboles y la producción de carbón, la extracción irracional de materiales y la contaminación de los ríos, y otras prácticas humanas destructivas.
Aquí hay que desplegar una ofensiva integral contra el daño ambiental de todo género, sin excepción ni preferencia. Respaldamos el esfuerzo que se hace por Valle Nuevo, pero aspiramos a que se cumpla la promesa anunciada de también combatir la depredación en Bahoruco, Los Haitises y todas las demás áreas bajo azote por actividad humana contraproducente. Tomemos las decisiones necesarias para salvar el único ambiente que tenemos.

Foco de evasión e informalidad

Mientras una parte del aparato oficial lucha por la formalización de la parte informal de la economía, el sistema tributario opera como aliado de la informalidad y la evasión. Magín Díaz, titular de la DGII, reconoce que el sistema tributario nuestro es innecesariamente complejo y también debe tener bien claro que existe esa particularidad que espanta contribuyentes. Y hay otro factor, pues el sistema se apoya demasiado en los impuestos indirectos y rehuye penalizar las grandes ganancias.
Sabido todo eso, por qué no hay a la vista una política objetiva hacia la simplificación y el cambio. El diagnóstico ha señalado las fallas, pero es parco cuando se trata de enunciar el remedio. El sistema tributario, sencillamente, opera contra su propósito primario, que es recaudar más al menor costo. ¿Cuando empezaremos la reforma?