PARÍS. AFP. La primera dama de Francia hizo hoy una pasmosa irrupción en la campaña por las legislativas, mezclando política y vida privada, al sostener al adversario de Segolene Royal, la mujer que la precedió en la vida del presidente François Hollande.  

Fue un tweet que causó el efecto de una bomba: 22 palabras mediante las cuales Valérie Trierweiler, actual compañera del presidente francés, toma partido por Olivier Falorni, quien podría eliminar a Segolene Royal en la circunscripción de La Rochelle (oeste) en la segunda vuelta, con el sostén implícito de la derecha.  

El primer ministro francés Jean-Marc Ayrault declaró hoy que el presidente Hollande y él sostenían «a fondo» la candidatura de Royal, asegurando que el resto no eran más que «peripecias», en alusión al sostén de Trierweiler al disidente socialista.

Royal corre el riesgo de perder las elecciones frente a Falorni, quien no aceptó la designación de candidatura de Royal por el PS y mantuvo la suya.   «Ánimo a Olivier Falorni que no ha desmerecido, que luche junto a los rochelanos (habitantes de La Rochelle, ciudad a cuya diputación se presenta Royal) desde hace tantos años con un compromiso desinteresado», escribió la primera dama en su tweet.  

Poco después, consultada por la AFP sobre la realidad de ese mensaje de aliento, Trierweiler respondió por mensaje telefónico con un «Sí».   Esta toma de posición contra la mujer que fue durante unos treinta años la compañera de François Hollande y la madre de sus cuatro hijos, pareció al comienzo tan poco creíble que la primera secretaria del PS, Martine Aubry, estaba convencida de que era un falso mensaje.

El mensaje de Trierweiler causó indignación entre algunos políticos de izquierda. «Hemos elegido a François Hollande y no a Valerie Trierweiler ¿Por qué tiene que meterse ella?», reaccionó el diputado socialista Jean-Louis Bianco, allegado a Royal.   «Son cosas que no se hacen. No hay por qué hablar aquí de independencia. Es un golpe indecente.

Royal es la madre de los cuatro hijos de Hollande. Que Trierweiler no lo olvide», dijo por su lado el eurodiputado verde Daniel Cohn-Bendit.   «Ese tweet es increíble, alucinante. En el mundo político, un tweet que conoce semejante difusión, rebotado luego por todos los medios, es para mí algo inédito», declaró el politólogo y profesor universitario Arnaud Mercier.  

Royal obtuvo 32,03% de los votos en la primera vuelta el domingo pasado, y enfrentará el próximo en la segunda a Falorni, excluido del PS, que obtuvo 28,91%, pero quien está bien situado para ganar con el apoyo implícito de la derecha local.  

El partido socialista se movilizó también para apoyar a Royal. Las jefas del Partido Socialista y de los Verdes (aliados del PS) -Martine Aubry y Cécile Duflot, respectivamente- se trasladaron el martes a La Rochelle (oeste) para respaldarla

Hace unos días, fue el primer ministro Ayrault quien viajó a La Rochelle para apoyar la candidatura.   Falorni, por su parte, se congratuló inmediatamente por el espaldarazo que le dio la primera dama.   «Es un bello mensaje de amistad, de apoyo personal, lo que evidentemente me satisface en un contexto en el que recibo muchos golpes, muchos ataques injustos. En fin, que me congratulo por esas palabras, ese mensaje amistoso», declaró el candidato ante la prensa.  

Pero ese mensaje es al mismo tiempo una puñalada a la que fue su rival en la vida privada. Con ello, Trierweiler contradice la voluntad proclamada del jefe de Estado de mantener separadas su vida pública y su vida privada, hasta el punto de que sus hijos no asistieron a su investidura como presidente.  

Royal y Hollande vivieron juntos durante unos 30 años y tienen cuatro hijos. La pareja anunció su ruptura en 2007 después de la derrota de Royal en la elección presidencial. Tres años más tarde, Hollande oficializó su relación con Trierweiler, periodista que trabaja para el semanario Paris-Match.  

El mensaje de Trierweiler puso en incómoda situación a los socialistas, empezando por la primera secretaria del partido, Aubry. «Lo único que nos importa es el apoyo de Hollande a Royal, y éste es claro y neto», declaró Aubry.  

La derecha por su parte, se mostró muy divertida con este minipsicodrama socialista. «El vaudeville llegó al Elíseo (…) Los socialistas tienen al menos una virtud: nos hacen reír», declaró el diputado derechista Eric Ciotti.

«Unas semanas después de la elección del nuevo presidente, la ‘República ejemplar’ cede el paso a la mala crónica people», comentó un concejal del partido de derecha UMP, Geoffroy Didier. «Ahora, es ‘Dallas» en el Elíseo», agregó.