Usar un celular en una estación de gasolina podría resultar peligroso, según revelan investigaciones de instituciones de seguros en varias partes del mundo. La razón de esta amenaza estriba en que las baterías de los teléfonos celulares tienen el suficiente poder para causar la ignición de la gasolina, diesel o gases de petróleo y el timbre de estos aparatos utiliza hasta 100 voltios para lograr su funcionamiento.

También existe el riesgo de que la señal de radio frecuencia utilizada para la comunicación –de 5 watts, aproximadamente– induzca una corriente en metales cercanos que prenda fuego a los gases residuales del combustible evaporado por acción del sol.