Cementera de Gonzalo

Cementera de Gonzalo

Cada vez que se anuncia un proyecto turístico o fabril próximo o dentro de un área vulnerable, arrancan los fantasiosos a exponer argumentos baladíes, patrioteros, convencionales, que en realidad nada tienen que ver con la realidad y verdad de los mismos.

Es lo que acontece ahora con los proyectos de dos cementeras en Luperón, provincia Puerto Plata y en Congalo, provincia Monte Plata.

El primero de los dos, Luperón, se aduce que perjudicará al turismo por la polución que generará la chimenea, y lo propio en Gonzalo, que afectará la reserva forestal y biológica de Los Haitises. Falso en ambos casos.

Tanto la cementera de Luperón como la de Gonzalo tendrán sus filtros electrostáticos, como se hizo con Cementos Colón en 1976 en la administración de don Raúl González.

Conforme expresó el ingeniero forestal Eleuterio Martínez, reconocido profesional por sus enjundiosos conocimientos y probidad a prueba de fuego, “los vientos Alisios no se devuelven”, es decir, que no tocarán Los Haitises, que es el bosque húmedo por donde penetran esos vientos y regulan la pluviometría del Cibao.

El titular de Medioambiente, doctor Jaime David Fernández Mirabal, también reconocido por su defensa del patrimonio forestal y su vertical probidad, defendió el proyecto de Gonzalo y lo declaró “caso cerrado”.

Los gestores de la cementera de Gonzalo, previo al proceso de recolección de caliche, siembran 25 mil tareas de especies endémicas de la zona, que dista en su parte más cerca de Los Haitises 3.4 kilómetros.

Se hará una inversión de US$300 millones, generará dos mil empleos, profundizará a 96 pies y el manto acuífero está a 132 pies; y como expresó una vez el ex presidente Hipólito Mejía, “Bahía de las Águilas no se puede mantener como desove de careyes y corredera de iguanas y gente muriéndose allí”.

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