Cementerios    Santo Domingo entre inseguridad y abandono

Cementerios    Santo Domingo entre inseguridad y abandono

El día de los fieles difuntos encuentra a los principales cementerios de Santo Domingo inseguros, algunos con sus calles en procesos de reparación, pero otros tan abandonados que más que  campos santos parecen lugares de pastos para los animales.

La crisis económica también se refleja en los cementerios, donde los vendedores de flores y velas señalan que los clientes pasan a las tumbas, sin las compras habituales de esas mercancías.

De los cementerios visitados, el Cristo Redentor, en el Distrito Nacional, es el que muestra mayor recuperación, no así el Cristo Salvador, en Santo Domingo Este, donde la maleza lo convierte en un lugar ideal para el pasto de animales.

Joan Eusebio, quien se dedica a las labores de albañilería en el cementerio Cristo Redentor, se queja de los robos que aún persisten en ese lugar y mostró como los ladrones arrancaron una ventana en la manzana número ocho.

Atribuye los robos en el cementerio a la falta de personal de seguridad, ya que apenas tres hombres vigilan todo el área, con lo que es imposible el control en un área de cinco mil metros cuadrados.

Josefina Rivera, que se cubría el sol con una sombrilla frente al panteón de su familia, considera que ese cementerio se encuentra en mejores condiciones que en años anteriores y exige al Ayuntamiento del Distrito Nacional terminar la reparación de las calles y  desherbar  todas las manzanas.

José de la Rosa, administrador de este cementerio, destaca la labor desarrollada por su gestión, que ya logró reparar el 80% de las calles y trabaja para terminar de limpiarlo.

Para controlar la seguridad, admite que se necesitan al menos 12 policías por turno, mientras cuenta con tres brigadas que trabajan las 24 horas para mantener el lugar en condiciones aceptables.

  Adonis Ruiz, quien  acudió a la tumba de su familia,  define el cementerio Cristo Salvador  como un potrero, ya que las yerbas se prestan para la crianza de animales, tal como ha ocurrido en ese campo santo.

En la entrada, decenas de vendedores tratan de buscársela con la venta de flores y velones pero para estos la situación de tornó ayer difícil, porque los visitantes acudieron al cementerio, pero sin dinero.

Zoom

Abandonado

El Cristo Salvador, en Santo Domingo Este, es un espacio cubierto de maleza, calles sin asfaltar y una percepción de inseguridad que da miedo a los dolientes que en fechas como esta acuden al lugar para rendir culto a sus muertos. Desde su entrada, el cementerio Cristo Salvador muestra su deterioro. Calles llenas de hoyos, indignas para un cortejo fúnebre.

Se lo llevan todo

“Aquí uno viene por obligación, hasta las flores y los velones se los llevan, acabando uno de salir de aquí”, dijo  Melva Fermín, frente al panteón de sus parientes fallecidos.  Aquí hasta la venta de flores y velones mermó considerablemente este año, de acuerdo algunas de las vendedoras.

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