Cena pan y vino

Cena pan y vino

POR LEONOR ASILIS
“Si tú dejas a un barrio diez años sin sacerdotes, las personas se convertirían en bestias”. (Santo Cura de Ars).

Definitivamente, esta observación que hiciera este gran santo hace muchos años atrás, tiene aún vigencia en estos tiempos de tanta violencia.

Esta es una razón más por la cual debemos fomentar y apoyar las vocaciones sacerdotales quienes disponen su vida entera para llevar a los hombres la paz de Jesucristo.

La principal razón que debería movernos a apoyar esta causa es que gracias a los sacerdotes podemos bautizarnos, confesarnos,  comulgar a Cristo vivo en la Eucaristía, casarnos con la gracia de Dios,  recibir los santos oleos y otros sacramentos.

Desde hace quince años, el Seminario Mayor Santo Tomas de Aquino de la Arquidiócesis de Santo Domingo celebra anualmente La Cena Pan y Vino con dos objetivos fundamentales:

El primero, dar a conocer el seminario, institución que forma a los futuros sacerdotes, hombres escogidos por Dios para servir a su pueblo.

El segundo objetivo consiste en aportar al seminario fondos para su sostenimiento.

La Cena consiste en ofrecer a los invitados Pan y Vino, como símbolo de lo que en un futuro se podrá convertir en Cuerpo y Sangre de Cristo por los futuros sacerdotes.

Con la presencia del Nuncio Apostólico de Su Santidad, monseñor Timothy Broglio, la actividad se desarrollará en un clima de hermandad, paz y alegría, donde se tendrá espacios para la reflexión dirigida por el querido Padre Mateo Andrés y acompañado de amenización musical por varios artistas.

Esta actividad se realizará el próximo miércoles 22 de febrero a las 8:00 de la noche, en la sede del seminario ubicado en la avenida Sarasota, esquina Núñez de Cáceres, Mirador Norte. La contribución es de RD$400 por personas y se pueden conseguir en el seminario, en Casa San Pablo y varias parroquias de la capital. Para mayor información, 809-532-6330 o escribir a la siguiente direccion: seminario_santo_tomas@hotmail.com.

Agradezcamos a Dios quien nos envía trabajadores y nos ha exhortado a través de su Hjio que roguemos por esta intención: “rueguen… que envíe trabajadores para la cosecha…” (Lc 10,2.)

Gratitud pero también compromiso, ya que todo don de Dios nos compromete a una creciente generosidad en nuestra respuesta.

Compromiso de que recemos por los seminaristas y sacerdotes para que puedan ser cada día más fieles a la vocación que han recibido y apoyemos su misión con oraciones pero también con nuestro aporte económico.

leonor.asilis@verizon.net.do

Algunas ideas

De nuestra generosidad depende la formación de un sacerdote. De un sacerdote depende la salvación de muchas personas.

“No podemos consentir de que por falta de recursos económicos, se pierda ni una vocación al sacerdocio” (Juan Pablo II).

“No cerremos nuestro corazón, lo que hemos recibido de la bondad de Dios, démoslo por nuestra parte con alegría” (Juan Pablo II, carta apostólica centenario OSPA, 1989).

Asistamos a esta Cena Pan y Vino donde daremos, pero también recibiremos!

Publicaciones Relacionadas

Más leídas