AP. Unas 6.500 personas han acudido a registrarse cuando está a punto de concluir el período de inscripción, pero la gran mayoría de descendientes de inmigrantes haitianos sigue en el limbo jurídico y algunas organizaciones de derechos humanos temen que puedan ser expatriadas en un futuro cercano.
La situación de esa población caracterizada por su pobreza “se va a agravar” porque al término de este periodo “se formalizará la apatridia”, dijo el viernes a The Associated Press Roque Féliz, director del jesuita Centro Bonó.
Agregó que los miles de afectados quedarán sin ningún tipo de documento de identificación, sin un estado que responda por ellos, excluidos de derechos, como educación y salud, y con “alto riesgo de ser expulsados hacia Haití”, en donde no nacieron, nunca han vivido y cuya sociedad y lengua no conocen.
Luis Fernández, viceministro de Interior y quien está a cargo del proceso para registrar como extranjeros a quienes no tengan acta de nacimiento, explicó a The Associated Press que hasta el 29 de enero sólo unas 6.500 personas habían acudido a inscribirse. Detalló que las autoridades estimaban que unas 60.000 personas se inscribirían.
Para los organismos internacionales, la baja afluencia se debe a los obstáculos puestos por las propias autoridades, que exigen trámites de difícil acceso para una población de escasos recursos y que históricamente ha estado marginada, como la declaración de nacimiento de un hospital, acta notarial de una partera o los documentos de identidad haitianos de la madre.
El ministerio de Interior, a cargo del programa, anunció el viernes que el proceso concluye el 1 de febrero y que no habrá ninguna prórroga. El plazo original de 90 días ya había sido ampliado en octubre pasado. Ramón Fadul, titular de la cartera, ha insistido que quienes no se registren, así como los inmigrantes que no obtengan la residencia legal a más tardar en junio podrían ser deportados.
El proceso forma parte de las alternativas legales a la decisión del Tribunal Constitucional que en 2013 determinó que los descendientes de extranjeros sin permiso de residencia nacidos entre 1929 y 2007 no podían tener la nacionalidad dominicana de forma automática. Según diversas organizaciones, cerca de 200.000 descendientes de haitianos serían afectados.
Ante la presión internacional, el Congreso aprobó una ley para revalidar la nacionalidad a quienes estuviesen inscritos en el registro civil, mientras que aquellos que nunca fueron registrados deberán inscribirse como extranjeros.
“Ningún dominicano debería requerir registrarse como extranjero”, dijo por correo electrónico el Centro Robert F. Kennedy para la Justicia y los Derechos Humanos en repuesta a The Associated Press.
Amnistía Internacional recordó el viernes en un comunicado que la Corte Interamericana de Derechos Humanos determinó en octubre que con sus acciones, República Dominicana viola legislaciones internacionales.
Quienes opten por registrarse como extranjeros, pese a haber nacido en el país, podrán naturalizarse dominicanos en un periodo excepcional de dos años. “Ya lo único que quiero es que me den un papel, ya sea dominicano o haitiano, para seguir estudiando y para trabajar”, dijo Ernstcia Elva, de 22 años, mientras hacía fila para registrarse.
Elva nació en un barrio marginal de Santo Domingo en 1992, pero su madre no la pudo registrar porque el nacimiento no ocurrió en un hospital. Más tarde, cuando Elva trató de obtener un acta de nacimiento, las autoridades se la negaron por ser hija de una inmigrante sin permiso de residencia. Debido a la falta de acta de nacimiento, Elva no ha podido obtener su certificado de bachiller, aunque concluyó los cursos, y no puede tener un trabajo formal.