Con el lema “Construyamos una cultura de Paz”, el Centro Bonó realizó ayer el seminario Latinoamericano “Democracia y Derechos Humanos”, en donde se puso en perspectiva los niveles de garantías y las situaciones de amenaza que socavan a la democracia a nivel continental, en materia de los derechos humanos.
Un nutrido grupo de expositores, representantes de universidades jesuitas de Venezuela, Uruguay, Argentina, México, Perú, Guatemala, Ecuador, Chile, Colombia, Haití mostraron sus vivencias y coincidieron en que en la actualidad es el tiempo de aunar esfuerzos para que los actores de la sociedad política y civil puedan crear las condiciones necesarias para garantizar la libertad y mayor protección a los seres humanos que viven en un ambiente de exclusión y marginalidad.
Eduardo García Vásquez, director del Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría, de México, expuso el tema “Violencia en contra de los pueblos y comunidades mexicanas en la edad del extractivismo y la seguritización”, donde relevó la crítica situación que se vive con la guerra contra el narcotráfico y los feminicidios, lo que ha convertido a México como el país más violento, después de Siria. “Unas 2,555 mujeres mueren cada año en México”, explicó en Vásquez.
En el caso de Ecuador, Efren Guerrero, quien instó a no actuar reactivamente, desde el punto de la violación de los derechos humanos, sino aprender a manejar la variable del diseño institucional, como forma de evitar que el poder oficialista gane la batalla.
En representación del país, Pablo Mella, director académico del Centro Bonó destacó el valor del seminario del cual dijo, es una contribución al conocimiento de los derechos humanos, que muchas personas, aunque los oyen mencionar, no conocen su contenido y como puede hacerles mejorar su calidad de vida, pero también los mecanismos existentes para defender la integridad de las personas sin exclusiones.