Centro cívico Juan Bosch

Centro cívico Juan Bosch

Este 95 aniversario del nacimiento de Juan Bosch es propicia la ocasión para sugerir que el mejor de los homenajes que se le puede tributar al ilustre pensador y político vegano es eternizar su memoria por medio de un centro cívico y cultural; con museo y biblioteca que recojan sus recuerdos y obras literarias; un gran teatro de espectáculos clásicos y modernos, que sirva a la vez de centro de conferencias y convenciones; academias artísticas y literarias, centros de investigaciones y talleres internacionales, donde se formen los nuevos intelectuales nuestros y caribeños.

La patria entera debe aunar esfuerzos para que se construya un Centro Cívico Juan Bosch, como un eterno homenaje a quien todo lo dio a cambio de nada; que debe de estar enclavado en su tierra natal, La Vega, preferible levantarlo sobre un promontorio que se divisa a la distancia; que además de la labor cultural que realice, sea un monumento-homenaje al medio circundante donde tenía su asentamiento ese personaje que el ilustre vegano configuró con pincelada épica, sacándolo de su condición dada y proyectándolo universalmente: el campesino dominicano.

Juan Bosch, ensayista, biógrafo, crítico literario y político reformador; a quien el laureado escritor colombiano, Gabriel García Márquez, cuando vino al país a participar en los actos conmemorativos del natalicio No.70 del fundador de los dos partidos políticos nacionales más grandes -PLD y PRD- analizó su figura, diciendo que cuando se mira como escritor se comprende la grandeza de su obra literaria, pero cuando se analiza al político se descubre la dimensión de su pensamiento, la capacidad creativa que lo hace uno de los más brillantes políticos de latinoamérica.

La Vega debe de ser el lugar escogido para erigir este centro cultural y cívico, que irradie su luz de sapiencia y espiritualidad hacia el resto del país y Las Antillas -ya que debe de ser un centro de investigación y difusión de esa cultura tripartita que dio origen al ser caribeño de hoy- porque en «la Olímpica» comarca nació Juan Bosch; por la categoría histórica del territorio, quien en la época de la Conquista el Adelantado Cristóbal Colón, al contemplar la belleza de su valle exclamó que era «lo más hermoso que ojos humanos vieron»; declarada por las Naciones Unidas (ONU) «Patrimonio Histórico de la Humanidad». Además, por ser el lugar donde Juan Bosch se nutrió de las primeras vivencias sobre las condiciones de vidas infrahumanas, de injusticia social, del campesino dominicano, elevado por su narrativa épica a la condición estético-social más humana y universal, dones que debe de reunir un escritor para ser titulado «maestro».

El centro debe de ser una obra monumental que exprese el pensamiento estético y la obra política del moderno pensador antillano, por eso debe de ser «un centro cívico y cultural», único en su género en el Caribe, que esté dirigido por un patronato de intelectuales criollos y latinoamericanos, entre los que se encuentren sus amigos y discípulos, como García Márquez; personalidades cívicas e instituciones académicas y culturales del país, Cuba, Puerto Rico, Haití, Venezuela, México, Colombia y de otros países donde Juan Bosch dejó su impronta humanística en esa fecunda y larga vida en que recorrió latinoamérica, llevando sobre sus hombros de exiliado el sufrimiento de su lejana patria, subyugada por la tiranía trujillista.

El Partido de la Liberación Dominicana (PLD), la más acabada obra política de Juan Bosch, debe utilizar el poder que tienen de nuevo en sus manos para realizar este humanístico proyecto, que se inscribe dentro de lo que la sociedad espera de un nuevo gobierno moralizador y que cree la base para una sociedad nueva al servicio de un nuevo ser humano nacional. Leonel Fernández, el mejor de la nueva camada política formada por el profesor Juan Bosch, debe de utilizar sus dotes e influencias internacionales para hacer realidad este ambicioso proyecto que convertirá a nuestro país en el epicentro cultural del Caribe y Centro América.

La idea está echada, y esperamos que voces autorizadas como la de Diómedes Núñez Polanco, presidente de la Fundación Juan Bosch; Euclides Gutiérrez, historiador y pensador boschista; y otras personalidades e instituciones académicas y culturales la hagan suyas.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas