CENTRO FINANCIERO INTERNACIONAL
Una idea ambiciosa para atraer al mundo

CENTRO FINANCIERO INTERNACIONAL<BR><STRONG>Una idea ambiciosa para atraer al mundo</STRONG>

POR RICHARD LAPPER
Para un país que acaba de sobrevivir a la mayor crisis bancaria en la historia reciente de América Latina, pudiera parecer un tanto ambicioso lanzar un centro financiero internacional. Sin embargo, eso es precisamente lo que se planea para la República Dominicana. La legislación para establecer un régimen regulador para un centro en un sitio hecho a la medida en el sudeste del país se espera que vaya en breve al Congreso. Si todo sale bien, el centro pudiera estar listo y funcionando en 2009.

Gaetan Bucher, un banquero privado suizo-dominicano que está desarrollando el proyecto, no tiene duda alguna de lo que está asumiendo. “Hablo de enfrentar un reto”, dice. Él planea albergar un complejo construido a un costo de más de US$600 millones en una extensión verde de 17 kilómetros cuadrados en Guayacanes, en la costa del Mar Caribe. El sitio está a medio camino entre Santo Domingo y Casa de Campo, un centro de descanso, e incluirá espacio para oficinas, un centro para conferencias, generadores de energía independientes y una pista de aterrizaje privada. 

Propone basar el proyecto alrededor de un enclave central e instalación financiera de      para el comercio de bonos latinoamericanos, un área que se ha incrementado en los últimos años, siguiendo el restablecimiento de la estabilidad en México, Brasil y el resto de los países de la región. El comercio de instrumentos de deuda latinoamericanos fue de US$2,940 millardos en 2004. La instalación para realizar transacciones financieras, que se llamará LATIFEX, sería el eje de un centro de servicios financieros más amplio que se conocerá como Centro Financiero Independiente de las Américas.

Gradualmente se desarrollarían en el lugar una serie de servicios financieros por separado, incluyendo bancos privados.

Mientras que la competencia por la tramitación y acuerdos viene del mercado ordinario entre bancos, un centro bancario privado competiría con los centros vecinos del Caribe, como Bahamas e Islas Caimán, que se han fortalecido en el área durante los últimos 25 años. 

Sin embargo, el señor Bucher aspira a superar el paso de sus rivales aprovechando la preocupación internacional creciente sobre la regulación de los centros financieros del exterior. El marco regulador del centro dominicano se está siendo armando según las guías definidas por el Financial Action Task Force, un órgano intergubernamental creado para combatir el lavado de dinero. Las disposiciones reguladoras del centro -cuya propuesta de diseño están siendo elaboradas por Patton Boggs, una firma de abogados de Washington, y Deloitte Consulting, en Londres- serían aparte de las que ya se aplican en el sistema financiero interno de República Dominicana.

Una autoridad reguladora internacional reconocida dirigida por expertos operará “con independencia completa de influencias políticas y comerciales y del propio centro”, dice el señor Bucher. Hacer que se cumpla -una debilidad admitida en el entramado nacional dominicano- también será independiente. “En lugar de tener un auditor que venga una vez al año, tendrá una supervisión constante en vivo de las transacciones”, dice el señor Bucher. Para reforzar estas intenciones, está el esfuerzo por darle a República Dominicana el sello de marca como un sitio más interesante para vivir que las más pequeñas islas del Caribe, que según él espera, atraerá a los banqueros. Y también confía en que cuenta con el respaldo político de los partidos para el proyecto, un elemento importante cuando el presidente Leonel Fernández y su partido son minoría en ambas cámaras del congreso. El ex presidente Hipólito Mejía, quien todavía cuenta con una gran influencia entre los diputados de la oposición, es un firme partidario del proyecto.

VERSION: IVAN PEREZ CARRION

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