Mantenerse como centro de excelencia académica es una ardua tarea, un desafío que han asumido con responsabilidad y compromiso directivos, personal docente, alumnos y padres del politécnico Marillac, que cada año se renueva con ese propósito.

Este centro, que además es de los primeros en aplicar la tanda extendida, tiene como misión educar y evangelizar, según el carisma vicentino, mediante la integración de los valores cristianos, humanos y patrióticos en un ambiente de respeto, armonía y de equidad.

A propósito del Día Nacional de la Juventud, La Esquina Joven de Hoy compartió con estudiantes meritorios de este politécnico que ocupó el primer lugar de la modalidad técnico profesional dentro del “ranking escolar” en la Clasificación de Centros Educativos (Clase 2011-2012) que realizó la Fundación Pensar y Crecer.

Familia Marillac. Los jóvenes, entre anécdotas, rememoraron sus primeros días en esta escuela, donde aseguran han sido acogidos como parte de una gran familia. “Aquí no solo aprendemos las asignaturas básicas, sino que podemos ampliar nuestros horizontes y desarrollar nuestras cualidades artísticas y creativas, en adición a la formación cristiana y en valores”, expresó Gisselle Minaya, de segundo de bachillerato.

Las actividades deportivas también constituyen un eje fundamental dentro de la carpeta formativa.

Ángel Alberto Brito Matos expresó que periódicamente participan en torneos deportivos y obtienen muy buenos resultados.

En tanto Joan González se siente muy afortunado de formar parte de la familia Marillac.

Los compañeros de aula se apoyan entre sí, lo que facilita la convivencia en el lugar, detalló.

El horario de clases es de 7:45 de la mañana a 4:00 de la tarde.

Matrícula. En el presente año, la academia cuenta con una matrícula de 554 estudiantes, desde el nivel inicial hasta el cuarto de bachillerato, que a nivel técnico ofrece la especialización en las áreas de informática y contabilidad.

“A nosotros no solamente nos interesa tener estudiantes con buen rendimiento académico, sino personas deseables socialmente, con un perfil de valores; que sean honestos, responsables y con sentimientos de solidaridad, preparados para servir”, recalcó la directora, sor Ana Maritza Almonte, quien pertenece a la congregación Hijas de la Caridad.