Centroamérica se prepara ante cólera

Centroamérica se prepara ante cólera

La Organización Panamericana de la Salud –OPS- convocó el 20 y 21 de noviembre de este año a especialistas calificados de los países Centroamericanos y del Caribe a la “Reunión técnica para la actualización de la respuesta de los servicios de salud ante una probable epidemia de cólera en Centroamérica”.

Al evento, celebrado en la Ciudad de Panamá, fuimos invitados en representación de la Asociación Panamericana de Infectología en su calidad de entidad colaboradora con OPS. Tanto los funcionarios de la República Dominicana como los de Haití no asistieron a la reunión por motivos de causa mayor.

Recordamos que la última epidemia de cólera en América se presentó en los años noventa después de más de 100 años de ausencia en el Continente. Entró por las costas del Perú y cada mes, a partir de enero de 1991, afectó a un país diferente de la región. Esta epidemia sólo pudo detenerse doce años después, es decir, en el 2002. Afectó prácticamente todos los países latinoamericanos recorriéndolos uno a uno y deteniéndose en México, dejando intactos a los pueblos del Caribe insular.

En esta ocasión, en octubre del 2010, el cólera entró de nuevo al Continente Americano por Haití. Penetró un mes después a la República Dominicana y, posteriormente, pasó a Cuba. Y cuando todo parecía indicar que solamente afectaría en esta ocasión a los países del Caribe insular, la misma cepa de cólera de Haití, República Dominicana y Cuba penetró en México.

Ante este avance del cólera en territorio continental mexicano – país que hace frontera con Belice y Guatemala– se precisa prepararse para una eventual epidemia de cólera que pudiera recorrer nuevamente todos los países centroamericanos y más allá. Esto podría ocurrir, en primer lugar, por las condiciones sanitarias existentes en los países vecinos, y en segundo lugar, por los viajes frecuentes que hacen sus habitantes por tierra, mar y aire con los demás países del área.

Hasta octubre de este año se habían reportado en Haití 684,085 casos de cólera con 8,361 personas fallecidas; la República Dominicana 31,090 casos con 458 fallecidos; Cuba 678 casos con tres fallecidos y México 176 casos con un fallecido.

En la reunión se revisaron y se pusieron al día las guías clínicas para el manejo del cólera; se trabajó en la definición de casos; se revisaron la coordinación y logística de la asistencia humanitaria con todas las instituciones externas como del sector salud, los pedidos de ayuda, inventario de necesidades para el manejo adecuado e información y comunicación pública. Igualmente, se trabajó en el rol del primer nivel de atención, movilización de pacientes y manejo de cadáveres, entre muchos otros temas.

Escuchamos la extraordinaria experiencia de México en la tarea de la contención del cólera, la cual ha sido considerada como un modelo exitoso. Es importante esta tarea porque evita que el cólera traspase a poblaciones más numerosas y se convierta en una verdadera catástrofe.

No cabe duda de que en la actualidad existe más tránsito de personas entre fronteras, pero, igualmente, con el mejoramiento de la calidad de vida y la comunicación se ha logrado que se controlen más fácilmente las epidemias, pues estos dos factores han permitido que los países preparen con antelación la respuesta a la epidemia con un enfoque multidisciplinario adaptado a la realidad local. Entre otras medidas cabe destacar: vigilancia basada en eventos, manejo adecuado de casos, mejoría de agua y saneamiento e inocuidad de los alimentos.

A pesar de que todo parece indicar que el cólera pudiera continuar avanzando, nuestros deseos son que se tomen las medidas necesarias para detenerlo a tiempo. Ojalá que así sea.

 

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