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POR ALEIDA PLASENCIA
El presidente de la Asociación de Empresas e Industrias de Haina (AEIH), Richard Aróstegui, expresó preocupación porque muchos productores de Centroamérica desplazan a sus similares dominicanos en la colocación de productos, en el mercado de la República Dominicana.
Esto ocurre, explicó, en el marco de la ejecución del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Centroamérica, en vista de que los productores centroamericanos son más competitivos que los dominicanos.
La balanza comercial de la República Dominicana y Centroamérica, dijo, refleja esa realidad.
Las estadísticas oficiales dan cuenta de que mientras en el 2000 la República Dominicana tenía un superávit en sus relaciones comerciales con Centroamérica de seis millones de dólares anuales, en el 2004 compró a esa región 98 millones de dólares más en mercancías que lo que le vendió a los centroamericanos.
En ese sentido, el empresario Celso Marranzini, al pronunciar un charla recientemente, abogó porque en el país se le dé a los sectores productivos el mismo trato impositivo que a las zonas francas, en vista de que el modelo económico que se aplica con relación a estas últimas ha sido exitoso.
En referencia a este planteamiento de Marranzini, Aróstegui resaltó que la industria exportadora de Centroamérica, casi en su totalidad opera «en condiciones similares a nuestras zonas francas». «Por lo tanto, al productor dominicano, con toda la ineficiencia y la falta de competitividad que le causa tener que pagar impuestos para poder producir, le resulta muy difícil competir favorablemente en esos mercados», sostuvo.
«Aquí se sabe lo que hay que hacer para enfrentar esa realidad: quitarles impuestos a la producción», expresó. «Quitarles impuestos a la producción no significaría otorgamiento de incentivos, sino hacer justicia en favor de los productores dominicanos», señaló.
Entiende que los sectores productivos no pueden desarrollarse pagando impuestos en el inicio de proceso de producción, como ocurre en la República Dominicana.
