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La mayoría de los hospitales públicos ubicados en los municipios cabecera de las provincias fronterizas operan con índices de higiene por debajo de los estándares establecidos por el Ministerio de Salud Pública y la Oficina Panamericana de la Salud (OPS).
Un estudio realizado a raíz del terremoto que afectó Haití el 12 de enero del año pasado determinó que cuatro de los siete hospitales públicos operaron con deficiencias en el manejo de residuos sólidos, calidad del agua, lavandería, esterilización, lavado de manos y desinfección.
La situación de higiene y salud es tan grave en algunos de esos centros asistenciales que las morgues están próximas al área de la cocina, lo que constituye un grave problema para la salud física y ambiental.
Preocupados por esta situación, el Ministerio de Salud, la OPS y la Organización Mundial de la Salud (OMS) desarrollaron a partir del terremoto una campaña en los siete hospitales públicos que están ubicados en la frontera.
Las autoridades de la OPS y Salud Pública explicaron que querían adelantarse para prevenir el surgimiento de enfermedades como el cólera y otras epidémicas y virales.
Aunque se obtuvieron algunos logros importantes en tres de los siete centros públicaos ubicados en el cordón fronterizo, el resto sigue operando de mal en peor. El que más progresos presentó fue el General Matías Ramón Mella, de Dajabón, que dirige el oficial militar Víctor Moya, y recibió ayer el premio Hospital más Limpio de la Frontera, gracias a lo que la OPS le entregará dos mil 500 dólares que deberán ser invertidos en solucionar una de las necesidades de dicho centro asistencial.
Los hospitales Elio Fiallo, de Pedernales, y Padre Fantino, de Monte Cristi, también recibieron placas de reconocimiento al obtener los dos el segundo lugar, aunque no por ello estuvieron exentos de fallas.
Los hospitales fronterizos con más deficienias de higiene que atentan contra la salud y el medio ambiente son el Melenciano, de Jimaní; San Bartolomé, de Neiba; Rosa Duarte, de Elías Piña, y General Santiago Rodríguez, del municipio del mismo nombre.
Los auspiciadores de estas buenas prácticas son la doctora Lilian Reneau-Vernon, de la OPS; las ingenieras Sonia Tavares, de la OPS y OMS, y Ana García, de la Digesa. También Luis Féliz Roa, de Salud Ambiental del Ministerio de Salud Pública, y otros funcionarios que estuvieron presentes en el acto.
