En la actual coyuntura económica, la política fiscal de los países de América latina y el Caribe debe ser la base de un pacto político para el financiamiento del desarrollo.
Las políticas fiscales de estas naciones deben ir acompañadas de un fortalecimiento de la capacidad de regulación y de estabilización del ciclo macroeconómico, promover mejoras en la calidad del gasto público y en su asignación y en la eficiencia en la captación de recursos.
Además, los gobiernos deben lograr crecientes grados de equidad con sostenibilidad ambiental y dotar de mayor transparencia la acción del Estado.
Así lo aconsejó Ricardo Martner, jefe del área de Políticas Presupuestarias y Gestión Pública de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), quien dijo que los gobiernos de estas naciones deben tomar un nuevo rol, enfatizar en la protección de los sectores más vulnerables, promover al sector productivo y regular la actividad económica.
Habló de la importancia de los estímulos fiscales para enfrentar la crisis, los cuales deben ser globales.
Señaló que la reactivación económica debería considerar el aumento del gasto público, más que la disminución de los ingresos.
Además, la construcción de puentes o la renovación de escuelas deberían tener más efectos sobre la demanda que la reducción de impuestos.
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Seminario presupuesto
Martner, al participar en la conferencia La política fiscal en tiempos de crisis, durante el XXXVI Seminario Internacional de Presupuesto Público que se celebra en el país, destacó que la crisis abre una puerta para una discusión de los paradigmas del desarrollo económico, pero se debe pensar en una nueva arquitectura financiera internacional y en un nuevo rol para el Estado. En el seminario participan varios países.