CEPAL cuestiona impuesto sobre la renta en el país

CEPAL cuestiona impuesto sobre la renta en el país

POR MARIO MÉNDEZ
Un estudio de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), hace fuertes críticas al impuesto sobre la renta en la República Dominicana porque “debido a un conjunto de generosas exenciones, el impuesto se aplica casi exclusivamente a los ingresos generados en relación de dependencia”.

El estudio, elaborado por el consultor de la CEPAL Juan Carlos Gómez, trata sobre “la tributación a la renta en el Istmo Centroamericano: análisis comparativo y agenda de reformas”.

Cuestiona que los ingresos obtenidos en concepto de intereses se encuentran exentos, mientras que los dividendos tributan en cabeza de la sociedad en la medida en que se distribuyan utilidades a los accionistas (método de adelantamiento).

También critica que este impuesto puede ser tomado como un crédito contra el impuesto a la renta personal del accionista en el momento en que éste presenta su declaración jurada.

Además, señala que en el caso de propietarios, y de profesionales independientes que proveen servicios a particulares no existe ningún mecanismo de retención en la fuente, como tampoco mecanismo de información o registro de información”.

Explica que por esa razón dichos ingresos escapan del ámbito del gravamen exclusivamente por razones de falta de control. También observa que los intereses recibidos de instituciones financieras así como de instituciones de ahorro y préstamo se encuentran exentos a menos que los mismos sean pagados a no residentes, en cuyo caso se producirá una retención del 5% del monto de intereses girados al exterior.

Indica que aunque los dividendos están sujetos al impuesto del 25% que tributan las sociedades en el momento en que son pagados, este gravamen “puede ser usado como crédito por los accionistas individuales”.

Reforma  integral

Contrario a las características del impuesto sobre la renta en el país, el estudio pondera que la reforma tributaria integral que se trabaja en Costa Rica, cuyas dos grandes líneas en materia del impuesto sobre la renta son: “a) El tránsito hacia una forma de imposición sobre la renta neta de carácter global, y b) La migración hacia una forma de imposición sobre la renta neta total del contribuyente residente, —independientemente del lugar donde genere u obtenga dicha renta—, en contraposición a las reformas llevadas a cabo en Belice, Guatemala y República Dominicana que optaron por la aplicación de métodos sustitutivos de determinación de la renta”.

Además, el estudio pondera que el proyecto de reforma de Costa Rica propone “un sistema de renta global y unitaria, mediante el cual se intenta captar la capacidad económica global de una persona por medio de un gravamen unitario sobre los distintos tipos de renta, sin diferenciarlos por su origen o destino, conforme a una tasa progresiva y sin diferencias sustanciales entre un tipo de contribuyente y otro”.

“El sistema permite incorporar formas de rentas hasta hoy no sujetas: fundamentalmente las ganancias de capital. Igualmente, permite tomar en cuenta diferencias familiares y de gastos en necesidades esenciales como vivienda y medicina. Agrega que as medidas propuestas en Costa Rica buscan mantener inicialmente la tarifa de renta actual e inclusive se propone la baja en el tiempo, de manera que el país sea competitivo como destinatario de capitales, ampliando la base de contribuyentes y afectando riquezas y capacidades económicas no gravadas en la actualidad”.

También plantea el paso de un sistema de afectación de las rentas que se generen en el país (territorialidad) a un sistema de renta mundial, de modo que los residentes tributen por la totalidad de sus rentas, independientemente del país o Estado en que se generen”.

“A su vez, la propuesta incluye gravar a los no residentes, esto es, aquéllos que sin ser residentes fiscales en Costa Rica, obtienen beneficios obtenidos en territorio nacional”, expresa.

El estudio resalta que una de las ventajas de la reforma planteada en Costa Rica es haría que las empresas paguen impuestos por ingresos que no han estado siendo gravados, entre ellos los precios de transferencia entre empresas vinculadas, la deducción de intereses pagados o ‘capitalización débil’, la transferencia de utilidades desde y hacia paraísos fiscales y otros instrumentos que utilizan las empresas miltinacionales para reducir su carga tributaria transfiriendo sus utilidades de un país a otro.

Mientras el total de los ingresos tributarios representan en el país el 14.5 por ciento del PIB, el aporte de la renta es de sólo el 4% del PIB. El promedio de la región es de 3.5%.

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