Santiago de Chile.- La secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena, declaró en una entrevista concedida a Efe que “el narcotráfico es el que de verdad se está apropiando del bono demográfico que tiene América Latina».
“La desigualdad estructural es la que conspira, porque la juventud, que no tiene oportunidades, se va a sectores de ilegalidad”, dijo la responsable de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, organismo de la ONU que esta semana presentó su informe anual sobre la pobreza.
El bono demográfico es un fenómeno que se da dentro de un proceso de transición demográfica en el que la población en edad de trabajar es mayor que la dependiente y, por lo tanto, el potencial productivo de la economía es mayor.
“Nuestros países deben poner el foco en los jóvenes para que se apropien del progreso técnico, para que tengan capacidades diversas, para que la automatización no les tome prevenidos, sino formados».
Las edades críticas son la infancia, la adolescencia y la juventud, recalcó la secretaria ejecutiva de la Cepal, cuyo informe Panorama Social 2016 sostiene que la desigualdad es un obstáculo para alcanzar el desarrollo sostenible en América Latina y el Caribe.
El descenso de la desigualdad en los ingresos se ha ralentizado desde el año 2012 hasta la fecha, señala este documento, que refleja que la desigualdad es “una característica histórica y estructural» de la región “que se manifiesta a través de múltiples circuitos viciosos».
Aunque la crisis comenzó en 2008, “la ola progresista que hubo en Sudamérica” hizo que en esos años muchos países aplicaran “políticas muy activas para reducir la desigualdad”, lo que permitió que la desigualdad disminuyera un 1,2 % hasta 2012.
Esta especie de “keynesianismo global en América Latina protegió a la población más vulnerable”, afirma Bárcenas, para quien a pesar de la ralentización de los últimos seis años, la región sigue comprometida con la reducción de la desigualdad.
“No ha sido flor de un día”, recalcó. Bárcena advirtió del riesgo que entraña que la desigualdad se concentre en los niños, adolescentes y jóvenes. “Si no están bien nutridos, si no pueden completar su educación, si tienen problemas de salud, eso va a impactar definitivamente en su futuro”, aseguró.
Entre los países que más han avanzado en la aplicación de políticas públicas para reducir la desigualdad social destaca Brasil, “que impacta por el nivel donde comenzó, con un coeficiente de Gini de 0,6 que ahora está en 0,5”, explicó la responsable de la Cepal. El coeficiente de Gini es un indicador de la desigualdad de los ingresos dentro de un país. Varia entre cero, para indicar la máxima igualdad, y 1, que expresa la máxima desigualdad.
“La concentración de la riqueza es uno de los temas centrales que debemos abordar en el futuro”, manifestó Bárcena, quien mencionó dos casos emblemáticos- la concentración de la tierra en Colombia y la de activos financieros y no financieros en México. La secretaria ejecutiva también se refirió a la dificultad para acometer reformas tributarias en América Latina que conduzcan a un equilibrio en la distribución del ingreso.
“En los países desarrollados, la tasa tributaria es del 34 %. En nuestra región, no llegamos a 21 %. Tenemos una gran brecha. Nuestros países son muy renuentes al pago de impuestos, sobre todo los directos, que no son regresivos”, explicó. No podemos seguir avanzando con el nivel de evasión y de elusión fiscal que hoy tiene nuestra región, que es en torno al 6,7 % del PIB”, aseguró. “Mientras no tengamos una ciudadanía que esté propensa a ejercer su responsabilidad y gobiernos que nos demuestren transparencia y un alejamiento de la corrupción, se mantendrá el circulo vicioso».
“La gente no pagará impuestos porque el Gobierno no los va a gastar bien y entonces los recursos no llegarán a los estratos más necesitados”, advirtió. En otro ámbito, Bárcena comentó que la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca ha alterado las relaciones de poder con China y con Europa».
“América Latina no ha estado mucho en su radar, excepto México y posiblemente Colombia, por el proceso de paz”, señaló la secretaria ejecutiva de la Cepal. A su juicio, las tendencias proteccionistas en Estados Unidos pueden tener un efecto positivo en la relación entre América Latina y la Unión Europea. “Es una alianza natural, histórica, basada en valores y cultura. Esta asociación debe fortalecerse” con un nuevo modelo de relación que busque la “prosperidad compartida”, enfatizó.