Priorizar las políticas de seguridad y salud en el trabajo para que la reactivación productiva y del empleo post-COVID-19 sea segura y saludable, es fundamental y requerirá una gestión participativa de la seguridad y salud laboral, con la participación de empleadores y trabajadores, para el cimiento de las políticas de retorno, aseguraron ayer la la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en una publicación conjunta sobre “El trabajo en tiempos de pandemia: desafíos frente a la enfermedad por coronavirus (COVID-19)”.
En una conferencia de prensa virtual conjunta encabezada por la secretaria ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena, y el director regional de la OIT para América Latina y el Caribe, Vinícius Pinheiro, expusieron sobre los efectos negativos del COVID-19 en el mercado laboral, sobre todo en el sector informal.
Plantearon que la implementación de las políticas para la reactivación requerirá de un fuerte componente de formación y educación en seguridad y salud para los actores del mundo del trabajo.
Para ello, dijeron, son necesarios recursos institucionales y presupuestarios reforzados que garanticen su cumplimiento.