Veintidós de cada cien dominicanos conoce la ubicación de al menos un negocio donde se explote sexualmente a menores de edad, sin embargo 23.9% de más de 1,200 personas consultadas admitió que frente a un caso  no haría absolutamente nada.

Los datos son del segundo estudio  “Tolerancia a la Explotación Sexual de Personas Menores de Edad en la Región Centroamericana, Panamá y República Dominicana”, hecho por la Organización de  Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT). La desconfianza en el sistema es la principal razón para no denunciar la  explotación sexual,  según el 46.47% de los consultados en la  investigación, que abarcó a 8,608 adultos de seis países de la región.

Otras razones son el temor a represalias (31.2%) y el hecho de que  22.4% entiende que “no es su problema”. En ese orden, una de las principales conclusiones de la encuesta es que aumentó la tolerancia de la población criolla frente a la explotación sexual de menores, ya que el porcentaje de personas que no denunciaría un caso creció 2 puntos en los últimos 4 años.

Origen del problema

Los entrevistados opinan que la principal causa de explotación sexual de menores es la situación de pobreza en que viven muchas familias (36.2%), la falta de educación (34.8%) y la falta de valores morales (29%).

De igual forma, 66.2% de los encuestados entiende que es  función de la familia de las víctimas detener el flagelo, mientras el  23.2% cree es un   deber del Gobierno.

Sobre este aspecto, la oficial de Proyectos de la OIT y el Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (Ipec), Dabeyda Agramonte, opinó que la raíz del problema es que en el país existe una demanda por los servicios sexuales de menores, quienes trabajan con intermediarios y proxenetas. “Mientras haya demanda habrá oferta”, dijo.

En ese sentido, la representante de UNICEF en el país, Francoise Grullos-Ackermans, reveló que hasta 70% de las personas que abusan y explotan sexualmente a niños y adolescentes son dominicanos.

También, la oficial de Políticas Públicas y Protección de la Infancia de UNICEF, María Elena Asuad, explicó que la explotación es  parte de una cadena que empieza con el maltrato físico o psicológico que sufren los niños desde sus hogares.

Acciones

Desde  2005 a la fecha, el sistema judicial dominicano sólo ha emitido sentencias contra  10 ó 12 personas vinculadas a la explotación sexual de menores en el país.

“Evidentemente si vemos la magnitud y las características de la problemática es un número ínfimo”, observó Agramonte, quien además reconoció que se han hecho avances y que se tramitan expedientes contra otras cinco personas.

La representante de OIT consideró que parte en las pocas sentencias influye tanto la respuesta de las autoridades como la forma en que la población enfrenta los casos, muchas veces guardando silencio.

Las claves

1.  Delito conocido

Hasta 95% de las más de 8 mil personas consultadas en República Dominicana, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala  opina que la explotación sexual de menores es  delito, pero el 24% no haría nada.

2.  Saben donde ir

Más de una de cuatro personas de la región conoce lugares donde se paga para sostener relaciones sexuales con menores de edad.

Zoom

Propuestas

1. Crear un sistema de monitoreo de los medios de comunicación.

2. Diseñar estrategias que impulsen la denuncia de casos.

3. La Justicia y la Policía deben señalar a los explotadores como delincuentes y sancionarlos.

4. Desarrollar una política de educación sexual en las escuelas.

5. Redoblar las campañas para prevenir la explotación de menores en las zonas turísticas y comunidades en extrema pobreza.

6. Iniciar un trabajo de transformación ideológica y de cambio cultural con los hombres.