A pesar de que se produjo una disminución considerable en el número de agentes que mantienen el cerco que custodia la sede del Congreso Nacional, ayer transeúntes se quejaron de la medida y la consideraron arbitraria entre otros calificativos.
“Es improcedente y arbitraria. Es una injerencia de un poder del Estado sobre otro y eso va contra la democracia”, dijo Felipe Mercedes Félix quien presuroso sorteaba el paso entre los autos mientras iba camino a la Corte de Apelación del Distrito Nacional y para poder llegar tuvo que dar la vuelta por la calle Hipólito Herrera Billini.
“Esto es una violación al libre tránsito”, expresó Juan Ortiz Peña, un joven estudiante que se quejaba por no poder estacionar su vehículo en la zona, para realizar una diligencia personal en el ayuntamiento.
El sol seguía calentando el asfalto mientras el reloj marcaba las 10:00 de la mañana y esperando que algún conductor prudente le cediera el paso para cruzar la avenida Enrique Jiménez Moya, doña Avelina Gómez mostró su enojo por el cerco militar en el Congreso y envió un mensaje al presidente Danilo Medina.
“Esto es una vagabundería entre ellos; que se maten to’. Que militaricen el país y que salgan de e’to ya. Que se queden con él. A Danilo que haga como Trujillo y que se quede ahí senta’o”, exclamó Gómez, quien con su bastón de acompañante dirigió sus pasos a la botica popular del Ministerio de Trabajo.
Otro que protestó fue Alberto Segura, quien usando muletas para moverse producto de un accidente, tenía que caminar un gran trecho para ir al Malecón a tomar un autobús que lo lleva a su destino en el kilómetro 12.
“Ay mijo, esto es un lío para los que andamos es una condición como la mía. Por esta vaina yo tengo que dar la vuelta lejísimo”, se lamentó Segura.
Uno que tuvo palabras de elogio al presidente Danilo Medina fue, Rafael Peña, un señor mayor que vende arepas y ayuda a parquear autos desde hace 23 años en la zona, aunque dijo que está mal tantos militar en el área, justificó su presencia por la pugna interna del PLD.
“Danilo está trabajando. No es como Leonel piensa. Eso de tener guardias aquí, por un lado ta’ bien y por otro no, pero a Leonel que deje eso”.
La calma reinó ayer considerablemente en los alrededores de la sede legislativa, donde militares, policías y manifestantes del sector leonelistas se vieron las caras, aunque el cerco permanecía con una disminución de los agentes que custodiaban y la cantidad de unidades móviles.
Habla Marcos Cross. El diputado de Ultramar Marcos Cross dijo que aunque la presencia militar había disminuido en un 60%, el Congreso seguía sitiado, por lo que espera que para el próximo martes haya sido quitado el cerco totalmente y pidió a los presidentes de ambas cámaras a que llamen a la desmilitarización para que los diputados se reintegren a la sesión.