WASHINGTON. AP. La Corte Suprema resolvió ayer que un mexicano condenado a muerte en Texas no tendrá derecho a una nueva audiencia, a pesar de un fallo en tal sentido de la Corte Internacional de Justicia y que tuvo el apoyo del presidente George W. Bush.
En un caso en que se mezclan el poder presidencial, las relaciones internacionales y la pena de muerte, la corte falló a favor de Texas por 6-3. Bush se encontró en la situación desusada de tomar partido por un sentenciado a muerte, José Ernesto Medellín, un ciudadano mexicano condenado por violación y asesinato a quien la policía le impidió consultar al consulado de México como dispone un tratado internacional. La cancillería mexicana informó que analiza a detalle el fallo de la Corte Suprema de EU y sus implicaciones para los demás connacionales que también enfrentan la pena de muerte, con miras a definir acciones legales para preservar sus derechos.