Cero petróleo

Cero petróleo

LEANDRO GUZMÁN
Hemos leído con gran interés la noticia de que en una pequeña comunidad llamada Los Martínez, en San José de Ocoa, han puesto en funcionamiento una pequeña hidroeléctrica que es capaz de suministrar energía, durante las 24 horas, a unas cincuenta y cinco familias, sin que eso le cueste un centavo en dólares a la economía dominicana.

Cero petróleo, cero contaminación y cero apagones, pues allí no figuran ninguna de las llamadas Edes, que no son más que las empresas distribuidoras eléctricas que mantienen en jaque a la población.

Esa comunidad de Los Martínez, llamada de tierra adentro, cuenta hoy con luz eléctrica sin interrupciones gracias al esfuerzo de sus habitantes y con la ayuda del Programa de las naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) la Agencia de Cooperación Alemana (GTZ) y la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE).

La pequeña hidroeléctrica de Los Martínez representó una inversión de 2.5 millones de pesos, lo que indica que ese modelo podría servir de ejemplo para otros lugares donde hay un sinnúmero de fuentes potenciales para producir energía para pequeñas localidades dispersas en todo el país.

En el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INDRI), durante más de 20 años, se encuentra depositado un proyecto de tres caídas en canales del sistema de riego Yaque del Norte, que con una revisión y actualización adecuadas podría lograrse que la provincia de Santiago cuente con diez megavatios o 10,000 kilovatios de potencia, con una generación de 75 millones de kilovatios-hora al año.

Me refiero a las caídas en el referido canal Brazo Derecho, Jicomé y Guayacanes.

Estos proyectos producirían energía firme los 365 días del año, con cero petróleo, cero contaminación y cero apagones.

En cuanto a la rentabilidad no hay que cuestionar nada, puesto que solo se necesita una casa de máquinas en cada lugar, tuberías de presión y los equipos generadores.

Como dijo recientemente un editorial de este periódico, la construcción de presas pequeñas y medianas es una de las respuestas que los dominicanos tendrán que dar al curso desastroso que llevan los precios del petróleo.

Otro pequeño proyecto de un megavatio de potencia, que costaría aproximadamente un millón de dólares, está en la toma del acueducto de Valdesia, que cuenta con un caudal de seis metros cúbicos por segundo hacia la planta de tratamiento Luis Bonnet. La inversión de ese millón de dólares sería recuperada en apenas tres años.

En este caso, la energía entraría directamente al sistema sin necesidad de nuevas inversiones, porque solamente habría que hacer una interconexión a la subestación de la presa.

En momentos de crisis energética como en el que vivimos, las autoridades actuales deberían poner en marcha un sostenido programa de pequeñas hidroeléctricas, que al igual que el caso de Los Martínez, podrían contar con el apoyo de los organismos internacionales que quisieran colaborar con la República Dominicana.

Nosotros los optimistas siempre mantenemos la idea de que es posible recuperar el tiempo perdido. Es necesario aprovechar los recursos hidráulicos que afortunadamente todavía nos quedan, antes que seguir comprometiéndonos con proyectos que signifiquen petróleo o carbón.

La consigna es cero petróleo, cero contaminación y cero apagones.

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