La historia electoral dominicana esta matizada por episodios donde el triunfalismo o exceso de seguridad en la victoria electoral ha provocado que las maquinarias electorales se ralenticen y sus miembros se acuesten como camarones en los ríos a sabiendas que existen fuertes corrientes.

Todo aquel que maneja información real, no maquillada, del escenario electoral, sabe muy bien que, si las elecciones fueran realizadas hoy lunes 01 de junio del 2020, Luis Abinader resultaría electo como presidente de la República Dominicana en primera vuelta, aventajando a su más cercano competidor con 18 puntos porcentuales y a 42 del contendor del tercer lugar.

De igual manera, todos sabemos que Luis Abinader es un candidato que se maneja de manera prudente, no comete excesos ni errores que lo lleven a cambiar abruptamente la intención de sus simpatizantes. Por tanto, todo aquel que tiene conocimientos sobre probabilidad y estadística sabe muy bien que, a 33 días de las elecciones, si no ocurre ningún evento que cambie el curso de la historia y rompa la tendencia del voto efectivo, el próximo 05 de julio habrá un presidente electo al final de la noche.

Manuel Castells en su libro Comunicación y Poder (pág. 262) nos dice que “El hecho que la política se desarrolle fundamentalmente en los medios de comunicación no significa que otros factores (como el activismo de las bases o el fraude) no sean importantes a la hora de decidir el resultado de las batallas políticas. Tampoco significa que los medios de comunicación ostenten el poder. No son el Cuarto Poder. Son mucho más importantes: son el espacio donde se crea el poder. Los medios de comunicación constituyen el espacio en el que se deciden las relaciones de poder entre los actores políticos y sociales rivales.”

Dicho lo anterior, no es casual que se abuse y utilicen las encuestas como instrumentos para generar percepción a través de los medios de comunicación. Mientras más credibilidad tenga el medio de comunicación o el encuestador, es mas proclive a influenciar el electorado con las informaciones que presenta. Pero cuando esa credibilidad se presta para difundir la mentira entonces pasamos al plano del medio como instrumento político que se usa para generar y establecer en la mente del elector un resultado falso. Es por eso que se observan candidatos que no tienen el favor real de la población y recurren a los medios y propagan un apoyo ficticio sobre el cual construyen una realidad fundamentada en la mentira.

El voto es emocional y las emociones controlan las conductas de los votantes. Es evidente que la última encuesta presentada por Mark Penn/Stawell tuvo como objetivo desmoralizar las tropas de la oposición creando una falsa percepción que contrasta con el vox populi y el sentido común.

George Lakoff en su libro The Political Mind nos habla de los marcos conceptuales y del inconsciente cognitivo. En los últimos 20 años la política dominicana ha estado invadida por una narrativa discursiva que ha construido marcos conceptuales que trabajan en el inconsciente cognitivo de los votantes. Uno de los argumentos que subyacen en la mente de muchos votantes, ya sean del partido gobernante o de la oposición, es que el partido que nos ha gobernado en los últimos 16 años es invencible. Esta narrativa se ha sustentando en varias victorias electorales que ha tenido dicho partido y a la historia de división que ha afectado a la oposición durante años, creando de esta manera una idea de perpetuidad mental que la oposición actual siempre será oposición, y los que están en el poder siempre lo estarán. ¡Nada mas falso que eso!

Están dadas todas las condiciones objetivas y subjetivas para que haya un cambio de gobierno en las próximas elecciones. Lo primero que hay que desconstruir es esa narrativa discursiva. Para ello se necesita la victoria electoral contundente en las elecciones del 05 de julio. No obstante, la primera victoria que hay que lograr es aquella en la mente de todos los simpatizantes y miembros de los partidos de oposición que apoyan la propuesta de CAMBIO que encarna Luis Abinader, para que firmemente crean que saldrán victoriosos.

En el contexto actual que se celebrarán las elecciones nacionales hay dos amenazas a vencer: 1) la abstención electoral fruto del temor a contagiarse del coronavirus, y 2) el triunfalismo a destiempo que lleva a descuidar la acción electoral efectiva. La primera amenaza se ataca venciendo el miedo y como dice Mandela conquistándolo e inyectando entusiasmo y seguridad a los votantes de que no se van a contagiar de forma tal que acudan temprano a votar a sus colegios electorales. Y la segunda amenaza se combate trabajando como si no se está en primer lugar, trabajando más fuerte que nunca, y entendiendo que las elecciones se ganan cuando se cuenta el ultimo voto, se asientan correctamente en las actas y luego se comunica a la población el resultado electoral.

Evitemos a todas costas el triunfalismo, sigamos trabajando duro conquistando los corazones de los dominicanos como si fuera el primer día; es mejor que los que han creado fama se acuesten a dormir, a que nuestros camarones se duerman y se los lleve la corriente. ¡Adelante que el cambio va!

Milton Morrison es presidente fundador del Partido País Posible.