POR AMABLE LÓPEZ MELÉNDEZ
Desde el pasado martes 17 de enero -y hasta el miércoles 15 de febrero-, la galería de arte de la Fundación Global Democracia y Desarrollo, ubicada en la Calle Capitán Eugenio de Marchena #26, en La Esperilla, mantiene abierta la Exposicion titulada: “Los Acertijos de Ultima Hora”, de Angel Urrely, jóven, virtuoso e íntegro artista cubano que en los últimos cinco años emerge en Santo Domingo, desplegando un universo visual personal de factura rigurosa, cuyas desquiciantes imágenes reclaman su legítima y merecida consideración.

Tal como ya habíamos advertido, los trabajos de Angel Urrely también nos muestran a un artista que ejerce su oficio con nítida precisión formal. Su predilección por lo conceptual se torna fructífera y brillante en las líneas del diseño y en los signos activadores del espacio fictivo. Asímismo, esa chispa de humor incitante que estalla en los dibujos y pinturas de Urrely tiene que ver con la sensibilidad y la lucidez que traslucen sus aspectos expresivos, cromáticos y texturales.

Angel Urrely nació en La Habana, Cuba, en el año 1971. Graduado en la Escuela Nacional de Arte y en el Instituto Superior de Arte de La Habana (1991-1999). En 1998 participa en el “ll Salón de Arte Contemporáneo”, organizado por el Instituto Superior de Arte de Cuba. Entre sus últimas exposiciones individuales destacan:  “Bestiario en Primer Nivel”, Galería Umbrales, Santo Domingo (2003); “Serie Paralelas”, Casa de Italia, Santo Domingo (2004); “Los Acertijos del Cayman”, Centro Domínico-Alemán, Santo Domingo (2004) y “Poses de Ultima Hora”, La Galería, Santo Domingo (2005).

Su obra ha sido seleccionada en eventos importantes, tales como: “Proyecto Paraguas”, colateral a la  V Bienal del Caribe, en el Museo del Hombre Dominicano (2003); “Segunda Feria del Dibujo, en el Museo del Dibujo Contemporáneo-MUDIC-(2004); “Arte Estampa 2004”, en el Centro de Bellas Artes de Guaynabo, Puerto Rico ,“Arte Barceló 2004/Nuevas Propuestas”, en el Gran Hotel Barceló Lina de Santo Domingo, así como en la recién finalizada  Bienal Nacional de Artes Visuales, en el Museo de Arte Moderno.

Precisamente, una obra de Urrely hizo delicias a muchos de los miles de espectadores de la XXlll Bienal Nacional de Artes Visuales. Se trata de  “Modelo Hidrodinámico” (2005), la cual representa la figura, el “paquete” o el esperpento desplumado de  un pollo en envoltura violeta y metamórfica sobre un fondo blanco, absurdamente inocuo y todavía más provocador por su perceptible y espléndida carga de ironía. Esta pieza extrañamente encantadora, junto a ocho trabajos en acrílica y técnica mixta sobre tela, integran el resistente cuerpo expositivo de la muestra que el artista cubano presenta actualmente en la galería de arte de FUNGLODE.

Las otras piezas son: “La primera obra del 2004”, “Brincando el Charco” (2004), “Caimán sobre una geografía anónima (2004), “Para Vivir en este mundo” (2005), “Sin título” (2005), “Ba” (2005), “Depilaciones” (2005) y “Valores Invertidos” (2005). Estas imágenes y sus títulos nos revelan la nueva serie de certezas y acertijos simbólicos de un creador que se retroalimenta desde las fértiles perspectivas de la cotidianidad, de la memoria, del sueño y  la imaginación.

Entonces, si terriblemente desquiciantes y encantadores son sus acertijos metafóricos, así de precisas y hermosas operan visualmente las fantasmáticas certezas pictóricas y dibujísticas de Angel Urrely. Y en estos trabajos advertimos igualmente la autenticidad, la profundidad de convicción y la calidad de la imaginación que soportan la práctica artística de Angel Urrely. Pero dejemos que sea él mismo quien nos facilite algunas claves sobre su práctica y su obra en los siguientes fragmentos.

“_Para esta muestra he tomado una selección de las series “Los acertijos del Caimán” y “Poses de última hora” para situar frente a un animal perteneciente al reino intermedio de la tierra y el agua, a un ave corredora de corto vuelo, habitante del reino intermedio de la tierra y el aire, siguiendo el orden de la evolución de las especies.

“Tomo al cocodrilo como símbolo de una identidad y al pollo como objeto desideologizado, icono de la cultura fast-food. Emplazo al cocodrilo sobre unas coordenadas; lo sitúo en un mapa en el que viene actuando como receptáculo mágico y a la vez como una “esfinge misteriosa, cuyo enigma propone a los pasantes y al que no lo descifra, le devora”.

“Nos situamos entonces en un plano intermedio: comer o ser comido_ ser devorado por un caimán nos haría comenzar un viaje por el inframundo, un viaje que comienza según los antiguos egipcios en el momento en el que el corazón no pasa la prueba de  pesar lo mismo que la pluma de la diosa Maat y es echado a las fauces de Ammut, el devorador de corazones de difuntos, representado como cocodrilo; león o hipopótamo.

Cronológicamente he sacado al pollo de su legendaria simbología de Gallo: símbolo solar, el ave de la mañana, emblema de la vigilancia y de la resurrección, atributo de los dioses solares. O como gallina, simbolizando la procreación; la providencia y los cuidados maternales.

El pollo que he tomado como modelo es un animal manipulado genéticamente por las cadenas de comidas rápidas, lo he llevado al lienzo como un top model; como agente de la tiguerocracia; como caballo de Troya con una carga hormonal capaz de deformar tu cuerpo en unos años de sesiones. Es la víctima que convive con nosotros y que un día invierte los roles y se convierte en victimario”.