César Valdez seguiría con Licey hasta donde lleguen

César Valdez seguiría con Licey hasta donde lleguen

CESAR VALDEZ

La pérdida de su padre en el 2015 junto al apoyo que le transmiten los fanáticos son las fuentes de inspiración para César Valdez que no esconde su predilección por lanzarle y ganarle a las Águilas Cibaeñas.
El estelar lanzador derecho confirmó que seguirá en el equipo de los Tigres en esta temporada y que ha firmado con la organización de los Orioles de Baltimore para intentar regresar a las Grandes Ligas.
“Quiero ser campeón, voy a seguir lanzando”, dijo el pitcher al explicar que al sentirse cansado solicitó al manager, el coach de pitcheo y el gerente general una o dos semanas de descanso ya que el equipo se encontraba en una buena posición.

“Cuando lo dije por la radio -en el programa Grandes en los Deportes-, la gente pensó que quería más dinero o algo así. No fue así. Al ver en la situación que estábamos me llamaron para saber que necesitaba para volver a lanzar y dije que nada. Solo hablé con el coach de pitcheo, me llamaron Emilio Bonifacio y Fernando Ravelo, conversé con el gerente”, agregó Valdez, quien detuvo una racha de cinco derrotas de los Tigres.

Luego de rechazar la invitación de los Orioles de Baltimore se decidió por aceptarla por lo que estará más temprano en los campos de entrenamiento ya que “en el béisbol de ahora a los jugadores de mi edad no se les da mucha oportunidad”.

Tras debutar en las Ligas Mayores en el 2010 tuvo que esperar siete años para regresar, tiempo durante el cual atravesó muchas cosas en su vida, incluyendo el fallecimiento de su padre en el 2015.

“Creo que al morir mi padre su energía se pasó a mí. Cada trabajo está dedicado a él con amor y cariño. Lo extraño muchísimo, quisiera que estuviera aquí disfrutando lo que hacemos ahora”, añade Valdez.

Miguel Valdez Peralta fue un puertoplateño que jugó en las ligas campesinas y el responsable de que César tenga un “liceismo” tan profundamente arraigado. Fue quien lo llevó a su primer contacto con el béisbol en una liga de pequeñas ligas y quien por primera vez lo acompañó -como muchas veces más- a los bleachers del estadio Quisqueya para observar los partidos contra las Águilas.

Por eso entiende que a raíz de su muerte a causa de un derrame cerebral se siente en deuda para devolverle parte de las cosas que le enseñó.

“Cada vez que voy a lanzar, antes de calentar voy al jardín central, oro a Dios y le dedico el partido a mi padre”, revela el galardonado como el Lanzador del Año en la serie regular del torneo de béisbol otoño invernal 2019-2020.

Agrega que lo que más satisfacción le produce es que donde Dios tenga a su padre se sienta orgulloso.

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