(Contenido de la revista En Sociedad)
César Villanueva es un hombre consciente de sus responsabilidades como padre, que ha sabido mantener una familia y un hogar con su esposa por casi treinta años. Considera que su mayor logro ha sido apoyar a sus hijos en su proceso educativo para que completaran sus estudios superiores y de maestrías, y poder verlos desarrollarse profesionalmente trabajando en las empresas del Grupo Domex.
Después de realizar sus estudios universitarios y trabajar en importantes instituciones financieras del país, César fundó en 1993 su primer proyecto de negocios, logrando tener hasta esta fecha siete empresas de servicio, con un total aproximado de mil asociados, y entre las que se encuentran: Domex Nacional, Domex Courier, Saint Patrick School, Recursos Externos Asociados, y Janser.
En una cálida entrevista para la revista ES, César Villanueva, CEO del Grupo Domex, nos cuenta sobre su rol de padre y cómo ha sido trabajar junto a sus hijos Daniella, César e Ivanna, con quienes mantiene una hermosa relación sustentada en el respeto, la integridad y la honestidad.
¿Cómo ha sido trabajar de la mano con sus hijos y que estos puedan seguir su legado?
Es una experiencia muy especial y me hace sentir muy bendecido y privilegiado. Ha sido un proceso de crecimiento para ambos, porque he tenido que cultivar la virtud de la paciencia, el entrenamiento con ejemplos, y las decisiones con sus razonamientos. Separar los roles de padre, con el rol de CEO de las empresas, hace que el amor sea la corriente conectora de las dinámicas del trabajo y de los proyectos.
¿Cómo define su relación con ellos?
¡Excelente! Porque siempre hay una oportunidad para hablarles de trabajo, aunque estemos en días y horas de descanso o fines de semana. A veces, me dicen: ¿papi, y no podemos hablar de esto cuando estemos en la oficina? Y siempre les contesto, que el emprendedor y empresario comprometido con sus asociados y clientes, nunca deja pasar inadvertido el pensamiento o análisis de una situación que puede impactar el negocio o los clientes. Trabajamos más de ocho horas juntos, y siempre coordinamos almorzar juntos en la casa. Es una relación de mucho respeto de mí hacia ellos, porque se han preparado a niveles superiores al mío, y sus opiniones las escucho y las apoyo siempre.
¿Qué responsabilidades ocupan sus hijos dentro del negocio?
Nuestra hija Daniella Villanueva, es la Directora General de Domex Nacional, la empresa de logística y distribución de efectos y mensajería; nuestro hijo César D. Villanueva, es el Director General de Domex Courier, la empresa de transporte internacional para compras por internet, con servicio a domicilio. Asimismo, mi hija más joven Ivanna Villanueva, es profesora en Saint Patrick School, un centro educativo en inglés para niños desde K-12 años.
Los mayores son los responsables de coordinar y ejecutar las planeaciones estratégicas que hacemos todos los años, dirigir las operaciones y establecer las relaciones con los clientes. La menor está en proceso de formación en la universidad, y tenemos grandes expectativas con ella y con su desarrollo profesional académico.
¿Cuál considera ha sido su mayor logro como padre?
Sin dudas, mi mayor logro como padre ha sido mantener una familia y un hogar con mi esposa por casi treinta años, haber apoyado a mis hijos para que completaran sus estudios superiores y de maestrías, y verlos ahora, en su desarrollo profesional en las empresas del Grupo Domex.
¿Cómo se autodefine?
Me defino como un soñador, un optimista total que siempre asegura que lo mejor está por venir, un hombre consciente de sus responsabilidades como padre, esposo, hijo, hermano y amigo.
Me considero un hombre muy temeroso de Dios, y a la vez, muy bendecido por la familia que me ha dado, y por las satisfacciones que me ha permitido disfrutar.
¿Qué le ha enseñado la vida hasta ahora?
Que la vida es corta, que cuando no siembras no cosechas, que nada viene de gratis ni fácil. Que debes tener coraje para salir y lograr tus sueños. Que nunca debes olvidar a tus padres, que a tu esposa siempre hay que protegerla y proveerle para cubrir las obligaciones de la familia, y que con los hijos hay que meterse en sus vidas. La vida me ha enseñado que nada material satisface al corazón, y que lo único que te llena es el sentimiento del amor de Dios en tu vida.