Cesfront: el guardián de la frontera de RD

Cesfront: el guardián de la frontera de RD

Desde su tableta Ipad, el director del Cuerpo Especializado de Seguridad Fronteriza Terrestre (Cesfront), general Santo Domingo Guerrero Clase, monitorea todo lo que pasa en la frontera con Jimaní, Dajabón y Elías Piña, donde hay cámaras de seguridad instaladas en los centros de Aduanas, Migración y el mercado, lugares estratégicos para tener una perspectiva de cómo van los intercambios binacionales.

Al igual que el general, el Departamento J-2 en el Ministerio de Defensa puede observar lo que ocurre en la frontera en tiempo real en los recintos militares ubicados en Capotillo, Dajabón; Elías Piña y Jimaní. Las cámaras están instaladas en la Aduana nueva, el mercado, el área de Migración y el puente de Dajabón. En Elías Piña se colocaron estos dispositivos en iguales áreas y en la parte que da a Arroyo Caliza, así como en todos los campamentos del Cesfront.

Guerrero Clase explica que el sistema de vigilancia tiene dos años y medio operando y se monitorea las 24 horas del día. En cada campamento de Cesfront, menos en Pedernales, tienen centros de monitoreo, por lo que la vigilancia es reforzada. “Tendrían que ponerse todos de acuerdo para ocultar algo, pero todo lo que pasa lo ve el que está en J-2, en la capital. Es una forma de nosotros controlar a quienes controlan”, enfatizó.

Manifestó que el sistema lo instaló el encargado de comunicaciones del Cesfront, capitán Franklin Minaya de la Cruz con ayuda del segundo teniente Waldo Pons. Aunque el general no dio cifras de cuánto costó el sistema, dijo que invirtieron mucho dinero en dólares, pero el Gobierno les ha asignado los recursos suficientes para ir creciendo.

Expansión. Señaló que próximamente instalarán el sistema en Pedernales, donde ya tienen las cámaras. También quieren cubrir otras áreas estratégicas en Sabana Cruz, la comunidad de Cañada de Miguel.

Además, en coordinación con el Ejército, donde inicia y termina la carretera Internacional en las comunidades de Villa Anacaona y Pedro Santana, donde está el río de Artibonito.

Asimismo plantean colocar cámaras en el chequeo saliente de Jimaní, por el puente del río Blanco o Solié, y en la entrada de Pedernales. “Eso nos va a permitir tener un mayor control de las tropas y ver lo que sucede en todos esos lugares”, expresó el general.

Seguridad. “Mientras nosotros tengamos una economía superior, eso es un incentivo para que los haitianos traten de cruzar al territorio nuestro. Pero como fuerza de contención militar estamos haciendo todo lo posible para que nuestro territorio mantenga su soberanía”, acotó.

Señaló que en el diálogo con Haití mucha gente se le acercó y le preguntó si estarían seguros. En ese sentido, el general pone de ejemplo que en el sector de Los Cacicazgos y barrios de la capital se cometen más delitos y las personas están más inseguras que en Dajabón o Jimaní.

“La frontera es más segura en el sentido de que cuando buscas estadísticas, han robado más vehículos en los barrios de las grandes ciudades que en la frontera. La frontera es segura, pero tiene sus debilidades porque nada humano es perfecto, de lo que pueden estar seguro es que desde el mando militar se está haciendo todo lo debido para que cada día esté más segura, y el mando político así lo entiende y aporta los recursos”, indicó.

Conflictos. De acuerdo con el general, el mercado de Dajabón recibe de 35 a 50 mil compradores de lunes a viernes, teniendo que reforzar la seguridad con sus miembros y oficiales del Ejército para que haitianos u otros extranjeros que tratan de salir de la zona o el pueblo sean interceptados.

Sin embargo aseguró que donde más conflictos se generan es en Jimaní, por donde se mueve la mayor parte de los recursos, pues tiene un cruce de grandes contenedores ida y vuelta de alrededor de 500 furgones al día.

Se producen conflictos por el transporte, porque los comerciantes y empresarios haitianos traen una gran cantidad de sus mercancías por los muelles dominicanos y después utilizan transportistas dominicanos para que la lleven hacía Haití, detalló.

Dice que eso molesta a los transportistas haitianos, quienes alegan es una gran desventaja para ellos y deberían ser sus camiones los que vengan a recoger la mercancía.

Debido a eso, el sindicato dominicano llegó a un acuerdo y tiene que pagar una cuota para entrar en Haití. No obstante, explica, que los empresarios haitianos no quieren porque el transporte dominicano es más grande y seguro.

Otro conflicto se produce porque los haitianos quieren el sistema de trasbordo en la frontera, es decir, las grúas y montacargas para transportar los furgones a los camiones haitianos.

Tráfico. Guerrero Clase aseguró que por cualquier muelle del país entran más armas y drogas que por la frontera, de acuerdo a los datos del Cesfront.

Asimismo, agregó que por el aeropuerto de Punta Cana ha ingresado en el último año más droga que en toda la frontera en los últimos diez.

No obstante, señaló que el Cesfront le sirve de apoyo a la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) en los casos que se presentan en la zona.

“Cualquier persona que diga que por la frontera hay mucho tráfico de armas y drogas no tiene la forma de demostrarlo”. Explicó que en un año pueden agarrar dos o tres revólveres.

En cuanto a la trata de personas, precisó que desde que está el Cesfront han sometido 300 casos.

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