Grandes columnas de humo se levantaron sobre la representativa avenida de los Campos Elíseos de París después de que manifestantes de los chalecos amarillos incendiaron neumáticos, saquearon tiendas de lujo y se enfrentaron el sábado a la policía en la 18va semana consecutiva de protestas en contra del presidente Emmanuel Macron.
La policía intentó contener a los manifestantes con gases lacrimógenos y cañones de agua. Los camiones de bomberos se apresuraron a extinguir dos quioscos de periódicos que fueron incendiados, lanzando columnas de humo negro.
Los manifestantes arremetieron contra símbolos de la industria de lujos, por lo que se causaron daños a establecimientos de marcas como Hugo Boss y Lacoste, arrojando maniquíes por las ventanas. Una cafetería de lujo de nombre Fouquet’s, a la que se relaciona con políticos y celebridades, fue saqueada e incendiada. Un vehículo ardió en llamas fuera de la boutique de lujo Kenzo, uno de tantos incendios en las inmediaciones de Campos Elíseos.
La violencia comenzó cuando los manifestantes arrojaron bombas de humo y otros objetos contra los policías ubicados en la famosa avenida — que ha sido escenario de disturbios previos — y comenzaron a golpear en las ventanas de una vagoneta de la policía. Posteriormente la policía antimotines se retiró, y los manifestantes comenzaron a patear el costado de un camión.
El ministro del Interior Christophe Castaner dijo que el sábado había entre 7.000 y 8.000 manifestantes en París, de los cuales 1.500 eran “ultra violentos que estaban ahí para destruir cosas”.
Castaner ordenó a la policía actuar en contra de estos actos “inadmisibles” y condenó aquellos que “piden violencia y están aquí para sembrar el caos en París”.
Después de que sus números se redujeron durante los fines de semanas previos, los manifestantes esperan que las acciones recientes inyecten nueva vida al movimiento en contra de un presidente que es percibido como a favor de las elites.
La policía de París dijo a The Associated Press que hasta la tarde del sábado había 64 personas arrestadas. En preparación para un incremento en el número de manifestantes, la capital francesa desplegó más elementos el sábado que en los fines de semana anteriores.