Chanel, estilo en clave “chic”

Chanel, estilo en clave “chic”

EFE. Reportajes. Gabrielle Chanel creó un ‘look’ que transcendió a su época. Fue una adelantada de su tiempo, y sin duda, la diseñadora de moda más influyente del siglo XX. Sus prendas, sus cortes y sus accesorios serán eternamente ‘chic’.

“Con la aparición de Chanel, la imagen de la mujer ‘flor’ empieza a marchitarse”, explica el periodista Jèrôme Gautier, autor del libro “Chanel, las claves de un estilo”, obra que detalla los elementos claves que generación tras generación definieron y definen aún hoy su estilo.

“El vestido negro, las inspiraciones barrocas y el ‘chic’ andrógino son las claves del estilo de Gabrielle Chanel”, dice Jèrôme Gautier, quien asegura: “la legendaria casa de moda sigue influyendo poderosamente en los diseñadores actuales y continua cautivando al público”.

Gabrielle Chanel creó su moda. Gabrielle Chanel no siguió las modas. Ella creó su moda. Guiada por el deseo de comodidad, la joven diseñadora en 1913 abrió su primera tienda en Deauville, a 500 metros de la playa, donde exhibió prendas amplias de algodón ligero, una línea deportiva para pasear por el muelle. “Les he dado auténticos brazos, auténticas piernas, movimientos sinceros y la capacidad de reír y de comer sin sentirse mal por ello”, decía Coco Chanel.

En 1916, en Biarritz, donde la alta sociedad veraneaba, presentó su primera colección de alta costura. No defraudó; al contrario, su estilo fácil y sencillo fue muy aplaudido. “Recorto, aligero y suprimo todo lo que molesta al cuerpo y lo que frena el gesto”, decía la diseñadora.

Un vestido de punto sin cuello y sujeto por una faja colocada no al talle, sino en las caderas fue su primer lanzamiento importante. Después, llegó la blusa y el traje marinero. Ya nadie la ignoraba, estaba en boca de todos y experimentó tal éxito que se alzó como una celebridad. “Ella fue la primera modista que era recibida por sus clientas”, dice el autor.

Orgullosa de sus éxitos, Chanel continúa la misión de depurar prendas y crear el vestido negro, prenda entallada en crespón de China con manga ajustada, escote de barco y falda por debajo de la rodilla. “De esta manera se acaba con la tortura de la ropa, queda abolida la ropa de clase. Se busca lo fácil, se demanda lo práctico”, cuenta Gautier en su libro.

Coco Chanel, embajadora de sus colecciones. Coco Chanel es la embajadora de sus colecciones, es la modelo perfecta para su poderoso estilo. Superdelgada, con el cabello negro cortado a lo ‘garçonne’ y sin pecho ni cintura, cambia las reglas de la seducción y pone de moda la androginia, tendencia que fascina a hombres y mujeres.

 “Prefiero la sobriedad del negro riguroso y digno con el que se visten las monjas de Aubazine al abigarramiento en tonos pastel”, decía Chanel, que quedó marcada por el universo monástico del orfanato donde su padre la abandonó al morir su madre.

De ahí su idea de que la belleza sea tan espartana. “No ha nada que envejezca más a una mujer que lo que la hace rica”, afirmaba la diseñadora, quien convierte al color negro en su marca de fábrica.

Inspiraciones barrocas. A partir de los años 30, y tras un viaje a Venecia, Chanel exhibe su gusto por el lujo, lujo que refleja en los nuevos vestidos de noche, algunos contados en lamé simulan lingotes de oro.

Posteriormente, se inspira en la iconografía persa, egipcia, etrusca, germánica y bizantina para crear flamantes trajes de chaqueta de día y soberbios trajes de noche que no pasan desapercibidos.

Ese lujo también empieza a aparecer en los accesorios. Sus grandes perlas barrocas, las falsas piedras preciosas de pasta de vidrio, pulidas en macizos cabujones, dejan claro el amor que sentía Coco Chanel por el estilo barroco.

“Las joyas no están hechas para parecer ricas, están hechas para parecer arregladas, ¡qué no es lo mismo!”, decía la dama de la moda.

Años después, estas claves las ha manejado Karl Lagerfeld con un refinamiento exquisito, lo que ha situado a la firma Chanel en lo más alto de la moda.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas