Desde que entró en la escena de la moda, en 1954, de la mano de Coco Chanel, el tweed ha sido el tejido más sofisticado y atemporal del vestidor femenino.
El tweed se convirtió en los 50 en pieza clave del lenguaje de estilo de Chanel, acompañando la emancipación de la mujer.
El célebre material importado directamente desde Escocia, que se caracteriza por su peculiar textura calada y esa inconfundible mezcla de hebras, quedaría por siempre asociado a la figura de la diseñadora francesa y a su clásica chaqueta de líneas rectas y fluidas.
Desde entonces, reinventado cada temporada, este tejido se repite en todas las colecciones prêt-à-porter y alta costura de la maison, primero con Coco y en los últimos años con Karl Lagerfeld. Y en esta última propuesta se le ve el lado más juvenil al legendario tejido.
En la última colección para Chane, presentada en la semana de la moda en París, Karl Lagerfeld, mostró guiños relajados y urbanos, en sus piezas de lujo, acercando el tweed a un público más joven.
Chanel y el tweed del futuro. “Tecnología íntima” era la propuesta de Lagerfeld para esta edición dominada por la electrónica y los efectos psicodélicos.
Una inspiración presente en las faldas largas y vaporosas, estampadas, con colores luminosos o en los vestidos con tonos neón, demostrando que el tejido mítico de la casa puede estar presente en el ropero de las más jóvenes.
En esta nueva propuesta de la casa de moda se vio el tweed en piezas tan juveniles como las gorras, mini vestidos y conjuntos. Lejos de revisitar tendencias del pasado, Lagerfeld se apoya en el mundo actual. Hay que vivir el presente, no en el pasado. La electrónica define nuestra época.