Chanel triunfa con un invierno
de “tweed” y lentejuelas

<p>Chanel triunfa con un invierno<br/>de “tweed” y lentejuelas</p>

La espera bien mereció la pena y Lagerfeld, que el día antes había brillado en solitario bajo su propio nombre, ofreció con Chanel una de las mejores colecciones de la semana de moda de París, como es su costumbre

PARIS, EFE.- El modisto alemán Karl Lagerfeld triunfó el viernes pasado bajo la nieve con su colección prêt-à-porter para Chanel, que propone un Otoño-Invierno 2007-2008 a base de coloristas “tweed” y confortable punto en el que las lentejuelas negras harán brillar las noches más frías.

La nieve era de mentirijillas y caía desde unos nubarrones humeantes de tul blanco suspendidos sobre el público, que estaba sentado en torno a una pista rectangular también blanca de falso hielo.

El espectáculo se repitió dos veces en un breve lapso de tiempo y provocó una gran aglomeración de gente a las puertas del monumental Grand Palais, entre los invitados que aún no habían podido acceder al recinto y los que lo abandonaban, una vez satisfecha su curiosidad por la escenografía.

La espera bien mereció la pena y Lagerfeld, que el día antes había brillado en solitario bajo su propio nombre, ofreció  con Chanel una de las mejores colecciones de la semana de moda de París, como es su costumbre.

El tradicional “tweed” instaurado desde los tiempos históricos de Mademoiselle Coco, fundadora de la firma, se estructurará el invierno que viene en forma de cuadros, azules, rojos, negros y grises de preferencia.

Servirá a trajes de chaqueta, por supuesto, pero también a abrigos túnica maxilargos abiertos a cada lado, sujetos con un cinturón negro adornado con una hebilla cuadrada blanca o beige, a juego con un macizo collar plano y redondeado beige, rojo o negro.

También de “tweed”, las botas lucirán los mismos colores que la falda, el vestido, el traje de chaqueta o el abrigo que acompañen.

 Si su materia prima es el cuero, negro, con puntera beige, el abrigo o el vestido-túnica del momento se completará con unos pantalones pitillo de “tweed” a juego.  Otras constantes de la próxima temporada invernal Chanel fueron el largo hasta las rodillas -nada de minifalda o de short- y la ostentosa superposición de mangas, una más corta, hasta pasado el codo, y algo más ancha que la larga hasta las muñecas.

Los contrastes de colores, como negro y azulón, y de texturas, como punto grueso y seda, no hacían sino resaltar las superposiciones buscadas.

El negro, color tan amado por el modisto, en solitario o combinado con el blanco, estuvo muy presente, en vestidos de cóctel asimétricos sin mangas, o en trajes de chaqueta de punto adornados con broches de colores a ambos lados del torso.

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